Muchos padres que han tomado la decisión de adoptar un hijo
sienten gran incertidumbre y angustia por no saber a qué edad y de qué
manera le deben contar que es adoptado.
Algunos, consideran que el no decirle la verdad, evitará sufrimiento e
inseguridades en él, dicha opción no debe ser tomada en cuenta como una
alternativa viable ya que siempre se le debe decir a un niño su
verdadero origen.
Todo ser humano tiene y posee este derecho y, por ende, debe conocer su historia por más dura que sea.
Al no decirle a su hijo la verdad, la vida familiar empezaría y se
convertiría en una mentira. Por otro lado, es muy probable que en algún
momento dado, toda criatura se entere de que es adoptada. Descubrir
semejante mentira, produce desconfianza en los niños y genera muchos
problemas en cuanto al desarrollo de la identidad y de las relaciones
familiares de este.
Al ocultar un hecho de esta magnitud, estamos transmitiéndole a
nuestros hijos un enfoque negativo e inadecuado sobre lo que es la
adopción.
Nadie puede culpar a un niño si llega a pensar que ser adoptado es
algo humillante e inadecuado cuando sus padres no se lo han contado.
¿Por qué no me lo habrán dicho?
Este interrogante, se plasma en el menor una y otra vez, hasta dañar
las relaciones familiares y la expresión de sentimientos genuinos.
Un gran número de especialistas, considera que se le debe decir al niño su verdadero origen cuanto antes.
La edad más recomendada es entorno a los dos años. A pesar de que es
importante informar al niño a muy temprana edad, es esencial tener en
cuenta de que para ese momento el niño no entenderá el significado de la
palabra adopción.
A lo largo de los años, el pequeño irá entendiendo el concepto. A
continuación, expondré como cada niño reacciona ante el tema de la
adopción de acuerdo con su edad y etapa de desarrollo.
Etapa “Periodo Preescolar”. Comprendida entre los 2 ó 3 hasta los 6 años, aproximadamente.
En esta etapa, los niños no entienden el concepto de adopción. No
saben qué significa ser adoptado y por lo tanto no existe sentimiento de
pérdida. El niño repite literalmente la historia que le han contado
-‘Yo soy adoptado’, ‘Yo estuve en la barriguita de otra mujer’, ‘Yo
estaba en un hospital y mis papás me recogieron’, ‘mis papás fueron a
buscarme a China, vine en avión’- y la mezcla con otras fantasías.
Dicho periodo, considera la adopción como algo positivo. Los niños se
sienten especiales y ven que otros niños no lo son y como no entienden
el significado, se consideran únicos y privilegiados. Es común que los
niños repitan una y otra vez la historia que le han contado en casa; ya
sea a la maestra, a los compañeros de clase, a los amigos e incluso a
las personas desconocidas...
Este aspecto, es algo positivo que ayuda a familiarizarse con el tema.
Etapa: Periodo de la Enseñanza Primaria. Comprende de los 6 ó 7 hasta los 11 años aproximadamente.
El niño en esta edad empieza a comprender el sentido de ser adoptado.
Concibe la adopción no solo en términos de construcción de una familia,
sino también en términos de pérdida para otra. Comienza a asimilar que
pueden existir dos madres diferentes. Cobra relevancia el término
abandono.
Hacia los ocho años es normal que un gran número de niños muestre
ambivalencia ante el hecho de ser adoptados. Esta etapa es muy
importante y es en la que los padres deben estar muy pendientes de sus
hijos y crear en casa una atmósfera de empatía con sus emociones.
El objetivo es que puedan responder a todas esas preguntas que el
pequeño se hace sobre sus padres biológicos e historia pasada.
En el caso de que no muestre interés por hablar abiertamente del tema
de la adopción y los padres pueden pensar erróneamente que es algo que
no les preocupa, deben preguntarles y hablar con ellos. El que no lo
hagan no quiere decir que no lo piensen o les preocupe. Esta es una
labor importante de los adoptantes. Si en esta etapa se habla sobre el
tema y se genera un clima cálido de comunicación y confianza, se podrá
prevenir muchos problemas de crisis de identidad en nuestros hijos
adoptados.
Etapa: Periodo de la adolescencia. Periodo de
rápidos cambios físicos, hormonales, sociales y psicológicos. Periodo
duro para todos los humanos y para un adoptado más. ¿Por qué? Porque
comienza a reevaluar la pérdida en términos de identidad: ¿Quién soy?
¿Quién pude haber sido? ¿En quién me estoy convirtiendo?¿Quién sería si
no me hubieran adoptado?... Son algunas de las preguntas más frecuentes
que se hacen en esta etapa.
4ª etapa: Periodo adulto. En dicha etapa, nos encontramos a dos tipos
de adultos; primeramente, está el adulto que, con toda la información
que posee, tiene más que suficiente y no necesita más. Por otro lado,
está el adulto que aunque ha hablado con sus padres sobre la adopción,
desea conocer y saber más sobre su familia de origen y espera llegar a
encontrarla.
La meta a la que se desea llegar con cualquier niño adoptado, es que
el llegue a aceptar que es adoptado, que un día fue abandonado, no
querido por sus padres biológicos y toda su historia -curar la herida
del abandono-. Cuando, finalmente, acepta la realidad de su historia,
hay un sentimiento de estar completo y de tener raíces.
Texto: María Lourdes Dávila
Consultorio: 3738372
Móvil: 301 548 4893
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