Fuente: El Periódico Mediterraneo (11 de diciembre de 2011)
Una niña de ojos rasgados juega en los columpios mientras sus padres,
de Castellón, supervisan sus movimientos sentados en un banco cercano.
La estampa pudo llegar a ser excepcional hace tiempo, pero ya lleva años
siendo tan habitual como las adopciones internacionales que lograron
multiplicar la cifra de familias de la provincia que acudieron a países
lejanos (fundamentalmente China, Rusia y Etiopía) en busca de
descendencia.
Sin embargo, tras años en los que las adopciones
internacionales superaban con creces a las nacionales, ahora mismo se
está produciendo justo el fenómeno contrario. Por primera vez después de
mucho tiempo, en 2010 se registró en Castellón un predominio de las
adopciones nacionales respecto a las internacionales. Los datos de la
Conselleria de Justicia y Bienestar Social revelan que en el último año
82 familias de la provincia iniciaron los trámites para adoptar a un
menor. 36 solicitaron un niño extranjero y 46 (ahí está la novedad) se
decantaron por uno nacional.
La explicación a este fenómeno está
en la coincidencia en el tiempo de dos circunstancias. Por un lado, se
ha reducido la lista de espera para poder adoptar en España y, por otro,
en algunos países se ha producido un endurecimiento de los requisitos
necesarios, lo que ha animado a las familias a solicitar más adopciones
nacionales en detrimento de las internacionales.
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