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martes, 14 de febrero de 2012
sábado, 11 de febrero de 2012
Entrevista con Sara Barrena, autora de "Venida de la LLuvia"
Fuente: La Gran Época (9 de febrero de 2012)
Sara Barrena es escritora y traductora, doctora en filosofía por la Universidad de Navarra y Máster en Dirección de Recursos Humanos. Desde 1999, la adopción internacional comenzó a ser la parte más importante de su vida. Actualmente colabora con la Asociación de Familias Adoptante en China (AFAC), participando en diferentes foros nacionales e internacionales.
También en 2001 publicó su primer libro de cuentos: Desde el corazón.
Venida de la lluvia es una entrañable historia, de vivencias reales y que puede inspirar profundamente a todas aquellas personas que quieran adoptar un niño o niña. Después de leer la obra se llega a entender más el sentido tan profundo que conlleva realizar una adopción.
Sara Barrena muestra en su relato que los valores humanos están por encima de toda la burocracia, y sobre todo, las dificultades que pueda traer adoptar a un niño. Las vivencias de la autora hacen sentir cómo el amor puede unir los corazones humanos y fortalecer el alma.
Cuando Sara emprendió este largo camino, sabía que al final de este se encontraba una pequeña alma esperándola, un camino que se presentaba con tormentas y baches. La esperanza de tener a esa niña en brazos le hizo sonreír cuando había penas, y ver flores donde había espinas.
Es un libro que hace sentir a las personas la compasión en lo más profundo de su ser.
La Gran Época: ¿Qué sensación experimentó cuando le dejaron a la niña en sus brazos, después de esperar con tanta ansia la llegada de tan hermoso momento?
Sara Barrena: Es muy difícil de describir con palabras, después de estar tanto tiempo esperando, fue como un sueño, casi como si vieras una película; una mezcla de sensaciones de felicidad y miedo al mismo tiempo.
LGE: ¿Sabe algo de la madre biológica de su hija Sara Yu Lay?
SB: No, es imposible saber de la madre, en China no se puede dar a un hijo en adopción, es un delito. Esto en España se puede hacer abiertamente, pero allí no, normalmente abandonan a los niños en lugares públicos. Hasta ahora se veían solo niñas, pero actualmente hay más niños en adopción porque también vienen de madres solteras.
LGE: Sara, sabemos que su libro, Venida de la lluvia, es una historia conmovedora donde narra con detalle la adopción de su hija Sara Yu Lay. ¿Por qué decidió escribir su propia historia?
SB: Siempre me ha gustado escribir cuentos y demás. También, aprovechando que esto era lo más emocionante que me ha pasado en toda mi vida, quise ayudar a la gente y transmitirles una experiencia positiva.
LGE: En el libro aparece esta frase: “El universo entero está expectante”.
SB: Con estas palabras quise describirle a las personas la sensación de lo que sentía, parecía que el resto del mundo se paraba y que no había nada más que la escena de ese día en el hotel.
LGE: ¿Cuál fue el momento más difícil que vivió con su hija durante los años que han pasadojuntas?
SB: La verdad es que para mí no ha sido nada difícil, en todos los hijos suele haber momentos difíciles, pero esta es una niña muy sociable y en el colegio la quieren mucho. No me ha tocado ninguna situación complicada.
LGE: Un embarazo son nueve meses, el suyo fueron años, ¿Volvería a adoptar a otro niño?
SB: Es parte de mi sueño, desde que adopté a mi hija estoy pensando en adoptar otro niño, aunque ahora la espera es más larga, es de cinco años. La experiencia con Sara ha sido muy buena, la repetiría más veces; volvería a adoptar a un niño chino, es algo muy bonito.
LGE: Aún antes de conocer a la niña, usted la quería fuera como fuera y sin ninguna condición, como comenta en el libro. ¿Qué consejos daría a las personas que están pensando adoptar?
SB: La fuerza para adoptar a un niño viene sobre todo del corazón, parece que es una decisión que se toma con la cabeza, pero ante todo es del corazón; tú lo sientes dentro de ti, si lo sientes tendrás la fuerza suficiente y podrás superar las trabas burocráticas, hay que estar muy decididos y convencidos para no venirse cuesta abajo.
lunes, 19 de diciembre de 2011
Adopción en China. Nueva fecha de corte del CCAA: 10 de agosto
Fuente: Chinaadopttalk.com (19 de diciembre de 2011)
Parece que la nueva fecha de corte del CCAA es el 10 de agosto. Este mes, por lo tanto, sólo se asignan a los expedientes de 3 días. Me pongo en el lugar de las familias que esperan una adopción en China y esta noticia se me antoja desoladora. Espero que signifique que el CCAA tiene planeada otra pequeña asignación para antes del Nuevo Año Chino... o simplemente que ya no hay niños en los orfanatos chinos que necesiten una familia (pero ésto me costaría más creerlo).
domingo, 11 de diciembre de 2011
Rumores sobre el Pasaje Verde en China
El blog americano China Adopt Talk se hace eco de algunos rumores que circulan sobre la adopción por pasaje verde (niños con necesidades especiales) en China.
Dentro de esta categoría hay niños con grandes necesidades y otros con pequeños problemas corregibles. Parece ser que las últimas listas de niños adoptables por pasaje verde enviadas desde CCAA son mayoritariamente de niños con grandes necesidades especiales. Asímismo, se comenta que el CCAA ha informado a las ECAIs de que por cada 5 niños con grandes necesidades que hayan logrado dar en adopción entre septiembre del 2010 y agosto del 2011, se les dará un niño con necesidades especiales corregibles para referir a las posibles familias adoptantes.
Me pregunto si este tipo de prácticas, en mi opinión poco éticas, están permitidas por el Convenio de La Haya.
[El artículo original se refiere a las ECAIS americanas. Desconozco si se da la misma situación con las españolas o no]
[El artículo original se refiere a las ECAIS americanas. Desconozco si se da la misma situación con las españolas o no]
domingo, 9 de octubre de 2011
Documental sobre la llegada a la mayoría de edad de niñas chinas adoptadas en Estados Unidos
Fuente: AdoptedTheComic (30 de septiembre de 2011)
El documental “SOMEWHERE BETWEEN" (Entre medio de dos mundos) explora lo que supone llegar a la mayoría de edad siendo una adoptada de raza asiática en los Estados Unidos de hoy en día. El documental presenta este tema a través de los ojos de cuatro de las 79.562 niñas adoptadas en China por familias americanas. A través de las voces de estas mujeres, veremos no sólo sus vidas, sino también las nuestras, reflejadas en ellas -tanto si somos familias adoptantes, como si no lo somos. "Somewhere between" inicia un diálogo sobre lo que vemos, lo que somos y la imagen cambiante de la familia americana tradicional.
TRAILER: Somewhere Between - A Feature Documentary from Linda Knowlton on Vimeo.
domingo, 31 de julio de 2011
¿Búsqueda de orígenes o negocio turístico?
Fuente: Diario LaVerdad.es (31 de julio de 2011)
Menores chinos adoptados por 90 familias de EEUU fueron recibidos oficialmente en Pekín, a donde llegaron acompañados de sus familias en un viaje en busca de sus orígenes y una gira por lugares históricos de China, informó la agencia oficial Xinhua.
Los menores, de edades entre 4 y 18 años, fueron invitados a regresar a su lugar de nacimiento o al orfanato donde fueron recogidos antes de la adopción, así como a actividades "que pueden ayudarles a entender mejor a China", dijo a la agencia un funcionario del Ministerio de Asuntos Civiles.
La mayoría de los niños adoptados son de las provincias sureñas chinas de Jiangxi, Hunan y Cantón, así como de la región autónoma de la etnia zhuang de Guangxi.
Junto a sus padres, los menores cumplirán un programa lleno de actividades que incluyen visitas a los lugares de interés más reconocidos de China, como la reserva de los pandas gigantes en Chengdu y el ejército de los guerreros de terracota en Xian.
Según algunos progenitores, el viaje permitirá a los adoptantes comprobar el estilo de vida que tuvieron hoy sus hijos antes de ir a vivir a EEUU.
viernes, 25 de febrero de 2011
Asignaciones China
Antes de lo esperado y 7 días asignados de golpe. Por fin una buena noticia para las familias que siguen esperando:
miércoles, 2 de febrero de 2011
domingo, 16 de enero de 2011
Aprendiendo el idioma del futuro y de sus antepasados
Fuente: ElMundo.es (16 de enero de 2011)


Cuando sus ojos rasgados descubren que son diferentes a los demás, se preguntan de dónde vienen. Y explicarle a un niño pequeño que es adoptado no siempre es fácil. Requiere un proceso de adaptación muy exigente, cuyo tempo no siempre pueden controlar los padres. Sobre todo, en los casos de adopción de críos asiáticos, en los que las diferencias físicas aceleran la necesidad de respuestas que tienen los niños.
En cuanto llegan al colegio, los pequeños se dan cuenta de que sus ojos no son como los del resto de los niños con los que juegan, aprenden y crecen. Las preguntas se suceden y los padres se sienten obligados a explicar cómo han terminado viviendo en España. A partir de ahí, el pequeño comienza a ser consciente de que proviene de una cultura muy diferente a la de sus padres, sus amigos y su vida actual. Por esta razón, un grupo de padres de Córdoba pretende familiarizar a sus hijos con aquella cultura en la que nacieron, llevándolos a aprender la lengua de sus antepasados.
El objetivo de esta iniciativa es que los pequeños conozcan cuáles son sus raíces, sus costumbres, sus orígenes, en definitiva. Una de las madres, Esperanza Rodríguez, explica a ELMUNDO.es que cuando los papás acuden al Registro Civil de China a recoger a su hijo, les preguntan si tienen algún inconveniente en que éste conozca su cultura. Allí todos afirman que no, pero otra cosa es la realidad. Cuando regresan a España con frecuencia se les olvida -o no tienen forma de llevar a cabo- este compromiso.
En Córdoba, hace algún tiempo que este grupo de padres se ha dado cuenta de que es bueno para sus hijos -hijas, en su mayoría- que tengan unas nociones básicas de lo que son sus orígenes. De esta forma, mantienen un acuerdo con la Universidad de Córdoba, para que una profesora del servicio de idiomas imparta una clase a la semana a una decena de "niños españoles nacidos en China", como les gusta llamarlos. Y así llevan ya dos cursos escolares.
La lengua y las tradiciones
Los avances son muy evidentes, aseguran los padres. Aunque los niños, en su mayoría, llegaron a Córdoba siendo bebés, absorben los conocimientos como esponjas. "Hasta cantan canciones en chino, el idioma del futuro". Pero las clases no sólo sirven para que los pequeños se familiaricen con el lenguaje de su país de origen, sino que además aprenden algunas de sus tradiciones.
Isidora es madre de una niña de origen chino de cinco años y está muy contenta con los avances que ésta ha experimentado desde que acude a estas clases. "Yo quería que mi hija conociera un segundo idioma, y pensé que qué mejor que el suyo de origen que, además está llamado a ser el idioma del futuro", explica.
Isidora cuenta que a su hija le encanta acudir cada viernes al antiguo Rectorado. Con frecuencia, los padres oyen a sus hijos hablar en chino entre ellos, lo que les impide entender lo que dicen. Por eso algunos padres también se están planteando aprender ellos este idioma. "No nos va a quedar más remedio que aprender chino si queremos entenderlas. Es una forma de que los papás no nos enteremos de lo que hablan", explica esta madre.
La mayoría de los padres que cada viernes acuden al antiguo Rectorado de la UCO a llevar a sus hijos a las clases de chino forman parte de la asociación Tejiendo Sueños, creada en 2008. María, hija de Esperanza, le preguntó un día, cuando sólo contaba con tres años, por qué sus ojos eran diferentes a los del resto de los niños. Esperanza necesitó ayuda para poder explicarle que era adoptada sin utilizar este término.
Cuanto antes, mejor
Por eso se le ocurrió poner en marcha la asociación, cuyo objetivo es enseñar a los padres adoptivos cuál es la forma más adecuada para responder a las preguntas de sus hijos. "Necesitamos formarnos para transmitir cierta información a los profesores, por ejemplo. Para trasladar el mensaje a nuestros propios hijos de que ser china no es malo, para evitar que sufran si otros niños se ríen de ellas en el colegio", explica.
Los especialistas recomiendan que en el caso de las adopciones internaciones en países asiáticos, se les explique a los niños que son adoptados antes de los seis años para que empiecen a tomar conciencia de que "no son tus hijas biológicas".
De hecho, si la niña no pregunta nada, "aconsejan que tú provoques la conversación, sin llegar a forzarla. Antes de contar nada es necesario conocer qué quiere saber tu hija. No tienes que forzarlo, sólo hay que llegar hasta donde quiera ella".
martes, 11 de enero de 2011
Hijas con rasgos orientales
Fuente: InformaciónJerez.es (11 de enero de 2011)
Muchas ilusiones son las que albergan dos personas cuando se unen: compartir una vida juntos, tener una casa, hijos... Pero algunas veces esos sueños se truncan ante la imposibilidad de concebir hijos. Tras más de un año intentándolo, muchos buscan otras alternativas como los tratamientos de fertilidad, a los que se tiene que someter alrededor de un 20% de la población. Sin embargo, algunas veces, estos métodos tampoco funcionan. Es el momento de buscar otras alternativas.
Guillermo y Esperanza llevaban varios años intentando tener un niño cuando se decidieron por la adopción. “Nos informaron sobre la inseminación artificial, pero en aquella época nos daban tan sólo un 11% de probabilidades de éxitos, así que preferimos optar por la adopción”.
Se pusieron entonces manos a la obra, y fueron a la delegación de Cádiz para informarse sobre la adopción. Allí les explicaron en qué consistía la adopción y todo lo consistente en los papeles que debían rellenar. Pero a ellos lo que les interesaba era saber en qué país era más rápida la adopción. “Cuando terminó la entrevista le pregunté que cuál era el país más rápido para adoptar y cuando contestó que era China, inmediatamente pedí los papeles”.
Pero era un proceso complicado. Muchos papeles venían devueltos y había que volver a mandarlos, otros caducaban, los organismos solían echarles para atrás... “cada papel firmado era un logro, porque eran muchos papeles”.
Además había que pasar muchos filtros: reconocimiento médico, psicológico, social y financiero, un certificado de penales...
Todo se hacía más difícil al no contar casi con agencias de adopción que pudieran llevar el caso. Ya, casi al final, fue Andeni la que los ayudó. Pero al principio ellos tenían que lidiar con todo el papeleo y al principio, les desmoralizaba un poco.
Tras pasar el certificado psicológico y mandar los papeles tanto a la embajada de Madrid como la de Pekín se les asignó un número de expediente. “Nosotros llamábamos cada mes a la embajada de Pekín. Nos poníamos el despertador a las cuatro de la mañana y llamábamos por teléfono para saber cuántas adopciones habían dado ese mes y por qué número iban”.
“Al cabo de los 10 meses nos invitaron a ir a China y nos designaron una niña”, cuenta Guillermo mientras saca una foto de la cartera: la que le dieron en que momento. “Ya teníamos la foto siempre presente, comíamos con ella y todo. Fue como un embarazo muy largo”.
Tres meses después emprendieron el largo viaje tan esperado. Tras largas horas de vuelo y de viaje en autobús llegaron por fin al pueblo donde debían recoger a la niña. “Porque vas con la ilusión de la niña, pero es un viaje muy duro”, comenta Esperanza.
El mismo día que llegaron fueron a recoger a la niña. Los llevaron al orfanato y los reunieron a todas las familas en una sala donde los fueron llamando uno a uno para que dieran el donativo de 3.000 dólares que contaban delante de ellos. “En ese momento yo me sentí muy mal, pero luego cuando te dan a la niña se te pasa porque claro, te dan lo que te dan”.
Metieron a las 22 parejas que iban en una habitación. En la sala contigua estaban los niños “en cuanto escuchamos a los niños llorar nos pusimos nerviosos”. “Entré con la cuidadora a por la niña y cunado me la señaló y me dijo cuál era le respondí: yo sé cual es mi niña”. Sabía su cara de tanto mirar la foto.
Aunque no los dejaban andar por el orfanato, y sólo los llevaban a las habitaciones donde podían pasar, Guillermo logró salirse del grupo y ver las condiciones en las que se encontraban los niños. “Me asomé por la ventanita y vi a un grupo de unos quince niños, de ocho años para abajo, todo llenos de churretes, mal vestidos, muy coloraditos... daba mucha pena”.
Cuentan que allí el trato que se les da a los niños, ciertamente no es el mejor, pero no por falta de cariño sino de recursos. Cuentan que amarraban a los niños por las muñecas y los tobillos a una silla para que no se tirasen. “Pero el niño está constantemente moviéndose y se le quedan las marcas de las cuerdas. A Esperanza todavía no se les ha quitado”. Cuentan que cuando llegó, Esperanza dormía sentada, porque no estaba acostumbrada a acostarse.
Sin embargo, no estaban faltas de cariño. Las cuidadoras lloraron cuando les entregaron a la niña y ella quería irse con las cuidadoras. “No es un trato vejatorio a los niños porque quieran maltratarlos, sino porque no tienen medios”.
Carmen, estaba con una familia de acogida, e igualmente tenía que irse con ellos cuando iban a trabajar, porque, a pesar de que el gobierno les daba una ayuda por tener a la niña, no podían dejar de trabajar ninguno de los dos. Entonces se la llevaban con ellos cuando tenían que pescar e igualmente la amarraban a la barca, pero con el único fin de que no se cayera.
Ya con su niña, y tras dos semanas, desde su llegada a China pudieron reemprender el viaje de vuelta. “El primer día ya aprendió a decir papá y mi mujer le enseñó a cantar los cinco lobitos” cuenta Guillermo mientras enseña un álbum con las fotos de la niña, que hoy ya tiene catorce años.
“Nosotros quisimos traernos a dos niñas la primera vez, pero no nos dejaron”, cuenta. Así que poco tiempo después volvieron a empezar todo el proceso de nuevo, para poder traese a Carmen. “Aunque también tardamos dos años, todo fue mucho más fácil, porque ya sabíamos lo que teníamos que hacer”. Con un niño, las cosas cambian. Esta segunda vez, el examen psicológico, por ejemplo, se lo hicieron a la niña “le leyeron un cuento y cosas así, pero vienron que estaba completamente integrada”. Así que, como en el caso anterior, su expediente afirmaba que eran una pareja completamente adecuada para tener a un niño entre cero y tres años. Y, como en el caso anterior, Carmen tenía un año cuando fue adoptada.
“Nada más cogerla en brazos, puso su cara en mi cuello y me olisqueó. Es una manía que tenía hasta hace poco“.
Ahora están planeando un viaje a China para que las niñas conozcan su país. “Nosotros nunca les hemos ocultado nada”, cuenta Guillermo. “Incluso nos han preguntado por sus familias, pero no tienen, en su expediente pone que son huérfanas”.
“Pero nosotros no adoptamos a las niñas por quitarlas de la calle”, cuenta Guillermo, “nosotros teníamos necesidad de unos hijos. Y es mucho más lo que ellas nos han aportado, que lo que podemos darle nosotros a ellas”. Así, cuenta cómo las niñas llenaron aquella casa tan grande y que, poco a poco incluso fueron cogiendo sus manías y gestos, hasta parecerse a ellos en el carácter. “La gente hace algunas veces preguntas un poco absurdas. Una vez me preguntaron que si la niña me entendía cuando hablaba”, cuenta Esperanza. “Y claro, ellas tenían un año cuando las trajimos, ni siquiera se acuerdan de su estancia allí”.
Hoy es Guillermo el que ayuda a otras familias en su largo viaje por la adopción, habiéndo aconsejado ya a cuatro familias de Jerez.
Muchos requisitos, mucha espera y, al fin, el niño deseado
Los requisitos que se exigen para poder adoptar un niño en China son muchos y muy estrictos, a pesar de no ser el país que más restricciones pone. Los solicitantes deben estar casados y llevar dos años de matrimonio o, en caso de que estén divorciados, cinco. El gobierno chino no permite que los solicitantes sean homosexuales.
Además a las familias se les hace, para saber si son aptos para la adopción, un exhaustivo examen médico en el que se deben descartar todas aquellas enfermedades graves que afecten a la esperanza de vida o trastornos psicológicos.
El aspecto económico es algo que también se tiene en cuenta. De esta manera, se mira que alguno de los dos cónyuges tenga un empleo estable y se requiere unos ingresos mínimos al año -10.000 dólares por miembro de la familia, sin contar las prestaciones sociales- y un patrimonio, también tasado.
Además, ambos solicitantes deberán tener estudios de bachillerato o similar y un historial delictivo limpio.
Tras tener confeccionado y legalizado el expediente en el que se incluye toda la documentación presentada, se tramita la adopción a través de un protocolo público. Éste se entrega a la Comunidad Autónoma que, a través del Ministerio de Asuntos Sociales y el de Exteriores, harán llegar el expediente a la embajada de España en Pekín y allí, el Centro Chino de adopciones, asignará una fecha de registro.
Una vez enviada la asignación por el Centro Chino de adopciones -cuya espera se está alargando hasta más de dos años-, y aceptada, por escrito, hay que esperar entre 3 o 4 semanas a que manden una carta con una invitación a viajar, requisito imprescrindible para poder ir.
Durante el tiempo que transcurre se va preparando el viaje. La estancia en China será de dos semanas: una en en la provincia de asignación y otra en Pekíno Shangai. Para ello se contacta con la embajada de España en Pekín, pidiendo cita y se contrata a una agencia que prepare todo el viaje.
miércoles, 5 de enero de 2011
Los padres adoptivos deben estar preparados para ayudar a sus hijos a superar el trauma del abandono y la institucionalización
Artículo publicado en diariodemallorca.es, el 5 de enero de 2011
MAR FERRAGUT. PALMA Sólo pensaba quedarse un par de años, pero ahora ya hace 25 que Jerònia Muntaner Gelabert (Manacor, 1963) vive en China. Quedó cautivada por el país después de haber viajado por India, Nepal, Tailandia, Birmania y Hong Kong. A día de hoy sigue cautivada y aunque echa de menos su isla y su gente, su vida está en China, con su marido y sus tres hijas y con su importante trabajo en La Mitad del Cielo, una fundación que abre centros educativos en orfanatos gubernamentales chinos.
– ¿Cuál es el objetivo de La Mitad del Cielo?
– Garantizar que todos los niños que han perdido sus familias tengan a alguien que se preocupe por ellos. Todos los niños necesitan de un adulto que les quiera, pero para los niños chinos que han perdido a sus familias esta necesidad humana tan fundamental puede resultar esquiva. Los orfanatos gubernamentales chinos demasiado a menudo están llenos y no cuentan con personal suficiente, personal que dispone de poco tiempo y formación escasa. Proporcionan alimentación, techo y atención médica, pero el afecto, un factor muy importante para el desarrollo saludable de estos niños, se queda relegado a un segundo plano. Hemos abierto programas ya en 48 orfanatos, para ayudar a garantizar que cada niño cuente con un adulto que se ocupará de él a lo largo de su vida. Yo dirijo el programa infantil. Contratamos, formamos y supervisamos a mujeres maduras y afectuosas de la zona para que se conviertan en niñeras. Cada una se hace cargo de entre tres y cinco bebés huérfanos, a los que proporciona los estímulos, los vínculos y el cariño necesarios para un comienzo saludable. Asimismo, las educamos para que sepan reconocer los primeros síntomas de retraso en el desarrollo de un bebé o síntomas de institucionalización.
– España conoció el drama de las niñas chinas abandonadas a raíz de un documental, ¿esa realidad de horribles orfanatos se ha superado?
– Este documental inglés de finales de los 90 fue muy sensacionalista. Aunque reflejaba la realidad de algunos orfanatos lo hacía desde una perspectiva muy limitada, sin presentar el status quo de los orfanatos en China. La realidad entonces era diferente de lo que el "documental" daba a entender y es, en gran medida, mucho más diferente ahora.
– ¿Siguen llegando muchos españoles dispuestos a adoptar o se ha notado la crisis?
– La fundación no está involucrada en adopciones y desconozco el tema. Lo que sí sé es que ya se abandonan muy pocos niños saludables, la gran mayoría son niños con problemas de salud o deficiencias intelectuales y que la adopción nacional ha aumentado, dos aspectos que han afectado a las adopciones internacionales. Además, en los últimos años el poder adquisitivo de muchas familias chinas ha mejorado y con ello, menos niños son abandonados.
–¿Es positivo que los padres intenten que las niñas chinas aprendan su lengua y mantengan su cultura?
– Esto depende de cada familia. Si acepta genuinamente la cultura y lengua china y de manera natural facilita a que sus hijos la aprendan, personalmente creo que puede enriquecerles mucho. Pero si la familia tiene un cierto rechazo por la cultura puede que sin reconocerlo contribuyan a crear un conflicto con sus hijos, quizás no de identidad pero de rechazo hacia su procedencia. Mi consejo es que si la familia tiene interés que lo sigan y aprendan juntos con sus hijos, y si no lo tiene, se queden al margen, sin forzar la situación. Eso sí, mostrando siempre respeto por una cultura que no entienden, de ese modo sus hijos podrán optar por aprender más sobre su cultura cuando sean mayores y sus padres no les habrán cerrado las puertas.
– ¿Qué es lo que debería saber toda persona que adopte?
– A los padres que adoptan, bien en China u otro país, yo les aconsejaría que no juzguen ni a los padres biológicos ni a la gente que trabaja en los orfanatos. El tema es mucho más complejo de lo que pueda parecer. Por ejemplo, todos los niños que llegan al orfanato ya han experimentado uno de los mayores traumas imaginables: el abandono de su familia. El orfanato no empieza a educar a los niños desde cero sino que tiene que educar a niños ya traumatizados. Además, el efecto que vivir en una institución tiene en los niños es muy fuerte, independientemente del cuidado que reciban, el ambiente no se parece en nada al de una familia. Desde el punto de vista del desarrollo es poco natural y tiene efectos muy negativos. Por otro lado están las familias que abandonaron. En China no es legal dar a tu hijo en adopción, por eso las familias que no pueden cuidarlos sólo pueden recurrir al abandono. La razón para abandonar a su hijo es también difícil de entender.
– ¿Qué necesitan más que nada los niños de los orfanatos?
– Un vínculo afectivo. En muchos orfanatos los niños reciben afecto pero en muy pocos este afecto proviene de la misma persona, alguien que se podría comparar a una madre. Esto es lo que hacemos en La Mitad del Cielo, las niñeras cuidad solo de sus niños y así ofrecen la figura de la madre que es lo que más necesitan.
– ¿Cómo asumir la condición de niño adoptado sin que se convierta en un trauma?
– La gran mayoría de historias de adopción son historias felices en donde niños y padres adoptivos forman la familia que siempre habían querido. Pero los padres tienen que estar preparados a ayudar a sus hijos a superar ciertos traumas, como es el de haber sido abandonados por su familia biológica y, en la mayoría de los casos, haber vivido en una institución. Pero a menudo basta seguir a los niños y observar atentamente sus necesidades; darles mucho afecto, especialmente muchos abrazos, besos, achuchones, juegos corporales... En algunos casos pedir ayuda profesional puede ser el mejor recurso.
– En Europa se tiene una imagen de una China que produce mucho pero en la que también hay pena de muerte y en la que se violan derechos humanos, ¿qué se percibe viviendo allí?
– La visión es muy diferente. Viviendo aquí somos conscientes de todos estos problemas pero tenemos una visión de la realidad mucho más amplia.
– ¿Cuál es el objetivo de La Mitad del Cielo?
– Garantizar que todos los niños que han perdido sus familias tengan a alguien que se preocupe por ellos. Todos los niños necesitan de un adulto que les quiera, pero para los niños chinos que han perdido a sus familias esta necesidad humana tan fundamental puede resultar esquiva. Los orfanatos gubernamentales chinos demasiado a menudo están llenos y no cuentan con personal suficiente, personal que dispone de poco tiempo y formación escasa. Proporcionan alimentación, techo y atención médica, pero el afecto, un factor muy importante para el desarrollo saludable de estos niños, se queda relegado a un segundo plano. Hemos abierto programas ya en 48 orfanatos, para ayudar a garantizar que cada niño cuente con un adulto que se ocupará de él a lo largo de su vida. Yo dirijo el programa infantil. Contratamos, formamos y supervisamos a mujeres maduras y afectuosas de la zona para que se conviertan en niñeras. Cada una se hace cargo de entre tres y cinco bebés huérfanos, a los que proporciona los estímulos, los vínculos y el cariño necesarios para un comienzo saludable. Asimismo, las educamos para que sepan reconocer los primeros síntomas de retraso en el desarrollo de un bebé o síntomas de institucionalización.
– España conoció el drama de las niñas chinas abandonadas a raíz de un documental, ¿esa realidad de horribles orfanatos se ha superado?
– Este documental inglés de finales de los 90 fue muy sensacionalista. Aunque reflejaba la realidad de algunos orfanatos lo hacía desde una perspectiva muy limitada, sin presentar el status quo de los orfanatos en China. La realidad entonces era diferente de lo que el "documental" daba a entender y es, en gran medida, mucho más diferente ahora.
– ¿Siguen llegando muchos españoles dispuestos a adoptar o se ha notado la crisis?
– La fundación no está involucrada en adopciones y desconozco el tema. Lo que sí sé es que ya se abandonan muy pocos niños saludables, la gran mayoría son niños con problemas de salud o deficiencias intelectuales y que la adopción nacional ha aumentado, dos aspectos que han afectado a las adopciones internacionales. Además, en los últimos años el poder adquisitivo de muchas familias chinas ha mejorado y con ello, menos niños son abandonados.
–¿Es positivo que los padres intenten que las niñas chinas aprendan su lengua y mantengan su cultura?
– Esto depende de cada familia. Si acepta genuinamente la cultura y lengua china y de manera natural facilita a que sus hijos la aprendan, personalmente creo que puede enriquecerles mucho. Pero si la familia tiene un cierto rechazo por la cultura puede que sin reconocerlo contribuyan a crear un conflicto con sus hijos, quizás no de identidad pero de rechazo hacia su procedencia. Mi consejo es que si la familia tiene interés que lo sigan y aprendan juntos con sus hijos, y si no lo tiene, se queden al margen, sin forzar la situación. Eso sí, mostrando siempre respeto por una cultura que no entienden, de ese modo sus hijos podrán optar por aprender más sobre su cultura cuando sean mayores y sus padres no les habrán cerrado las puertas.
– ¿Qué es lo que debería saber toda persona que adopte?
– A los padres que adoptan, bien en China u otro país, yo les aconsejaría que no juzguen ni a los padres biológicos ni a la gente que trabaja en los orfanatos. El tema es mucho más complejo de lo que pueda parecer. Por ejemplo, todos los niños que llegan al orfanato ya han experimentado uno de los mayores traumas imaginables: el abandono de su familia. El orfanato no empieza a educar a los niños desde cero sino que tiene que educar a niños ya traumatizados. Además, el efecto que vivir en una institución tiene en los niños es muy fuerte, independientemente del cuidado que reciban, el ambiente no se parece en nada al de una familia. Desde el punto de vista del desarrollo es poco natural y tiene efectos muy negativos. Por otro lado están las familias que abandonaron. En China no es legal dar a tu hijo en adopción, por eso las familias que no pueden cuidarlos sólo pueden recurrir al abandono. La razón para abandonar a su hijo es también difícil de entender.
– ¿Qué necesitan más que nada los niños de los orfanatos?
– Un vínculo afectivo. En muchos orfanatos los niños reciben afecto pero en muy pocos este afecto proviene de la misma persona, alguien que se podría comparar a una madre. Esto es lo que hacemos en La Mitad del Cielo, las niñeras cuidad solo de sus niños y así ofrecen la figura de la madre que es lo que más necesitan.
– ¿Cómo asumir la condición de niño adoptado sin que se convierta en un trauma?
– La gran mayoría de historias de adopción son historias felices en donde niños y padres adoptivos forman la familia que siempre habían querido. Pero los padres tienen que estar preparados a ayudar a sus hijos a superar ciertos traumas, como es el de haber sido abandonados por su familia biológica y, en la mayoría de los casos, haber vivido en una institución. Pero a menudo basta seguir a los niños y observar atentamente sus necesidades; darles mucho afecto, especialmente muchos abrazos, besos, achuchones, juegos corporales... En algunos casos pedir ayuda profesional puede ser el mejor recurso.
– En Europa se tiene una imagen de una China que produce mucho pero en la que también hay pena de muerte y en la que se violan derechos humanos, ¿qué se percibe viviendo allí?
– La visión es muy diferente. Viviendo aquí somos conscientes de todos estos problemas pero tenemos una visión de la realidad mucho más amplia.
domingo, 26 de diciembre de 2010
La importancia del nombre para los chinos
Mi hijo tiene un nombre chino realmente precioso. Si yo hubiera tenido que elegirlo, no lo habría hecho mejor. Supuestamente ese nombre se lo pusieron en el orfanato y yo siempre he tendido a pensar que no le dedicarían mucho tiempo a esta tarea, que les pondrían los primeros nombres que se les pasaran por la mente. Después de leer este artículo publicado en Spanish.China.org.cn creo que quizás sí que le pusieron más empeño del que yo había imaginado. Eso explicaría su belleza y lo bien que se ajusta a la personalidad de mi hijo. El artículo me ha resultado interesantísimo pues ofrece información sobre la cultura china que desconocía.
El Huevo y el Nombre
Los chinos creen que un nombre puede condicionar a una persona el resto de su vida y puede determinar sus éxitos y su fortuna. Por ello, tradicionalmente se celebra una ceremonia que implica regalar huevos pintados como símbolo de buena suerte.
En un principio, todo el mundo está de acuerdo en que los huevos no tienen nada que ver con escoger el nombre de un bebé. Sin embargo, en China existe una razón importante para relacionar lo uno con lo otro. Se trata de la Ceremonia de elección de nombre del bebé, también conocida como el Huevo Rojo o la Ceremonia del Jengibre.
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Tradicionalmente en China a un bebé no se le ponía nombre hasta que cumplía un mes de vida, momento en el que se celebraba una fiesta en honor del niño, a la que asistían familiares y amigos. Esta primera fiesta se consideraba “la celebración del primer mes de vida y para subrayar la incertidumbre que rodea la existencia temprana del niño” (Richard Smith, Herencia Cultural de China).
La Ceremonia de elección de nombre del bebé ha sido una parte de la cultura muy importante de la historia china. Sin embargo, hoy en día ya no se celebra tanto como en tiempos atrás.
La Ceremonia de elección de nombre del bebé ha sido una parte de la cultura muy importante de la historia china. Sin embargo, hoy en día ya no se celebra tanto como en tiempos atrás.
La Ceremonia de elección del nombre del bebé
Como en muchas otras culturas, para una familia china es importante tener un hijo varón para conservar el apellido de la familia. Las niñas eran consideradas una inversión perdida, ya que la mayoría de ellas acabarían casándose y abandonando el hogar familiar. Aunque algunas familias abandonaban y dejaban morir a sus pequeñas, sobre todo después de la promulgación de la política de hijo único, cuando todo el mundo rogaba por un hijo varón, muchas de las niñas eran vendidas para la prostitución o las más afortunadas eran dadas en adopción (para aprender más sobre el papel de la mujer en China, puede consultar la obra “Lecciones para una mujer” (女誡nǚjiè), de Ban Zhao (45-116).
En el pasado, solamente se celebraba una ceremonia de elección del nombre para los hijos varones, mientras que para las hijas simplemente se llevaba a cabo una pequeña cena familiar. Hoy en día, tener una hija no se considera algo malo como en otros tiempos, aunque la mayoría de familias sigue prefiriendo un hijo varón.
Para poder entender la Ceremonia de elección del nombre es necesario explicar la importancia de tener un hijo varón, o de tener un hijo en general.
En China existía una alta tasa de mortalidad infantil, sobre todo antes de 1900. Es por ello que la ceremonia no se celebra hasta que el niño tiene un mes de vida, ya que entonces la familia ya tiene la certeza de que el niño sobrevivirá.
En la actualidad, muchos nacimientos se llevan a cabo en clínicas u hospitales, hecho que contribuye a la creciente tasa de supervivencia infantil, pero aun así en muchos pueblos la única ayuda de la que se dispone en el parto es la de alguna anciana con experiencia.
A la madre y al recién nacido se les prohíbe salir al exterior en muchos casos, a veces incluso hasta que pasa el primer mes desde el nacimiento. Esto varía según cada familia.Después de la ceremonia, a los treinta o cuarenta días, la madre prosigue con sus tareas y todo vuelve a la normalidad.
Elección del nombre
Después de explicar las condiciones de esta costumbre, pasemos a describir las tradiciones de la ceremonia en sí.
La primera tarea de la familia es escoger el nombre. Esto puede hacerse de varias maneras. Es decisión de cada familia si el nombre dado al infante en la ceremonia será su nombre verdadero o un “nombre de leche”. El “nombre de leche” es un apodo que el niño usará hasta que empiece a ir a la escuela, o incluso hasta que se case.
Si escogen darle un apodo, muchas veces se le da a un varón un nombre femenino, bajo la creencia de que un hijo varón es una “presa de caza para los espíritus malignos” y que estos serán engañados si el niño tiene nombre de mujer. Si es una hija, o a veces también a un varón, se le da nombre de animal o algún nombre peyorativo, a modo cariñoso.
Normalmente son los abuelos qienes escogen el nombre real de un niño. Algunas veces se escoge simplemente por cómo suena o por su significado. En muchos lugares, los hermanos comparten un carácter común en sus nombres, y en algunos pueblos no sólo los miembros cercanos de la familia lo comparten, sino que es común en todos los hijos varones de un mismo linaje.
En ciertos lugares, sin embargo, el nombre no lo escogen los abuelos. Es un vidente quien da al niño un nombre que supla las deficiencias que pudiera tener según su naturaleza, incluyendo los cinco elementos de agua, fuego, tierra, madera y metal. Esto era considerado esencial para la supervivencia del niño, pero las supersticiones relacionadas con la elección del nombre de un bebé ya no son tan fuertes como antaño, y hoy en día muchos padres escogen el nombre ellos mismos.
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La Celebración
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Una vez escogido el nombre, se envían invitaciones a todos aquellos que honraron el nacimiento del niño. Se solía enviar un huevo duro pintado de color rojo, para notificar a familiares y amigos la futura celebración. En la actualidad, en las celebraciones en las grandes ciudades, se colocan en una mesa huevos pintados de colores vivos y los invitados pueden llevarse uno a casa como símbolo de buena suerte. También se les suele ofrecer a los invitados un poco de jengibre. La tradición del huevo rojo es muy antigua y data de cuando era costumbre que la abuela materna viniera de visita y trajera regalos. Normalmente traía ropa y huevos para el niño. Los huevos eran considerados un manjar en China, y era así como uno sabía si se había recibido alguna visita especial. Los huevos, normalmente de pato, eran pintados con dibujos de niños y flores.
La abuela solía traer también pastas dulces. A menudo estas pastas traían dibujos de diferentes símbolos de buena suerte, especialmente el dibujo de una flor de albaricoque. Sin embargo, el color blanco nunca era usado, ya que es el color de luto. No obstante, en la actualidad no existe ninguna regla establecida para las abuelas.
Tras la Segunda Guerra Mundial, las costumbres en China empezaron a cambiar, debido a los diferentes gobiernos y a sus diferentes opiniones sobre el cambio de estas costumbres. Muchos de los oficiales creían que estas tradiciones chinas eran demasiado elaboradas, supersticiones y una pérdida de dinero. Las tradiciones en las bodas cambiaron enormemente, así como algunos procedimientos funerarios. Sin embargo, como la ceremonia de elección de nombre en sí no era un gran acontecimiento, muchas de las tradiciones se mantuvieron.
Durante la celebración, se solía rapar el pelo del recién nacido. El pelo de las niñas era rapado ante la imagen de la Diosa ‘Madre’ de los Niños, y el del niño ante la mesa ancestral. No se sabe con certeza la simbología de este acto, pero se cree que se hacía para desprender al niño del pelo de recién nacido como símbolo del momento en que comenzaba su existencia independiente.
Por tradición, se celebra un gran banquete, con unos 30 o 40 invitados. Los invitados suelen regalar ropa o sobres con “dinero de la suerte”; a estos regalos se les llama Li- shihs. El bebé es paseado por la sala para ser conocido y admirado por todos. Después de esto, los invitados comen y conversan entre ellos.
Los padres, en vez de enviar notas de agradecimiento a los invitados por sus regalos, suelen enviarles regalos también. Éstos suelen ser galletitas redondas rellenas de carne de cerdo. Aunque siguen siendo un regalo de agradecimiento muy adecuado, estas galletas ya no tienen el mismo significado que tenían en el pasado, y además ya no se envían las 50 o hasta 100 galletas que marcaba la tradición.
Los chinos creen que un nombre puede condicionar a una persona el resto de su vida y puede determinar sus éxitos y su fortuna, de ahí la importancia de esta ceremonia. El modo en que se celebra este rito depende más de las familias que de las normas que marca la tradición. Existen muchas otras tradiciones alrededor del nacimiento de un niño y hasta que se convierte en adulto, pero el ritual de elección del nombre es sin duda la más significativa.
lunes, 20 de diciembre de 2010
Asignaciones en China
AFAC informa que el Centro de Adopciones Chino ha comunicado la asignación de las familias hasta el 29 de mayo del 2006.
martes, 14 de diciembre de 2010
Diciembre sin asignaciones
La web de AFAC anuncia hoy que el CCAA les ha informado de que este mes de diciembre no habrá asignaciones. Entre las razones para ello puede estar el hecho de que ya se haya agotado el cupo de niños que China había permitido salir en adopción internacional para este año. Parece que el cupo de niños será el mismo para el año que viene.
viernes, 10 de diciembre de 2010
Problemas de identidad en las niñas adoptadas en China
El 26 de agosto de 2010, la agencia EFE publicó una noticia interesante sobre los problemas de identidad que comienzan a sufrir algunas de las niñas adoptadas en China al llegar a la adolescencia. Se puede leer el artículo completo en este enlace.
lunes, 6 de diciembre de 2010
Redes de adopción ilegal en China
Lamentable noticia la que nos llega a través de la Agencia EFE y según la cual redes de adopción ilegal en China secuestran cada año unos 60.000 niños que más tarde venden a familias rurales que desean tener un hijo varón. Leer la noticia completa en este enlace.
martes, 30 de noviembre de 2010
CCAA emparejando
Según una agencia de adopción americana, el CCAA ya ha comenzado a emparejar para la nueva tanda de asignaciones (via The Rumor Queen)
lunes, 29 de noviembre de 2010
Sin rumores en el horizonte...
Según la Reina de Rumor, no hay todavía noticias sobre la próxima fecha de corte de asignaciones en China, aunque esta semana espera que comiencen a aparecer los rumores.
(Via China Adopt Talk)
(Via China Adopt Talk)
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