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lunes, 5 de marzo de 2012

"Abandonar hijos" por Paloma Pedrero

Fuente: La Razón  (26 de febrero de 2012)


Hace unos días saltó la noticia de que cierto número de niños adoptados, la mayoría adolescentes, habían sido devueltos a la institución pertinente. Gran escándalo. Grandes críticas a los malvados padres que abandonan a sus hijos. La institución ya baraja la idea de cobrar a esos desalmados una manutención. Asimismo, serán más exigentes con aquellos que deseen adoptar un niño. Pero la cosa no va por ahí. Para empezar, a los críos adoptados no se les puede devolver, sí ceder su tutela al Estado, como hacen los padres biológicos, e igualmente seguirán siendo sus hijos y beneficiarios de su herencia. 
Segundo, es tan cierto como comprensible que los niños adoptados vienen con una marca emocional.  Piensen que llegan ya de úteros heridos, y con un abandono, que es otra gran herida. Pero les aseguro que los padres adoptivos pasan todo tipo de pruebas para conseguir la llamada «idoneidad». Y  los muchos que conozco, que han traído hijos de países del este, luchan como jabatos para saca adelante niños especiales en una sociedad que intenta uniformarlo todo; en un sistema educativo rígido y poco sensible a los diferentes. 

Lo más fácil es siempre culpar al otro. El poder es especialista en encontrar chivos expiatorios. Pues no, señores, castigando a los padres que se rinden no van a solucionar el abandono. Ayúdenlos. En esos cursos que hacen díganles que muchas criaturitas vienen con trastornos de conducta, que son mucho más dolorosos que los físicos. Pongan todo su afán en conseguir que estos padres estén apoyados, que no se sientan solos, que sepan cómo actuar cuando se enciende el volcán. Ese volcán maravilloso que es un hijo, y más si es tan deseado, tan amado, como lo son los adoptivos.
 


viernes, 2 de marzo de 2012

Mejorar la preparación de los futuros padres adoptantes para evitar abandonos de niños adoptados

Fuente: EuropaPress.es (20 de febrero de 2012)


Niños congoleños esperan su ración en un campo de refugiados
Foto: REUTERS
Psicólogos expertos en procesos de adopción y postadopción de menores han clamado este lunes contra el abandono de 72 niños en una década en Cataluña, y han reclamado mejorar las valoraciones de idoneidad para evitar nuevos casos en el futuro entre una población infantil vulnerable y que ya ha sufrido un abandono previo.
   Como avanzó en una entrevista concedida a Europa Press el conseller de Bienestar Social y Familia de la Generalitat, Josep Lluís Cleries, el 66,7% de estos niños desamparados tienen más de de 10 años, "lo que aún dificulta más su futuro en una familia de acogida debido a su edad".
   En declaraciones a Europa Press, la directora y psicóloga gallega del Centro de Atención Familiar e Infantil (Cafi), Paula Martínez, ha defendido la necesidad de mejorar los tests psicológicos y las valoraciones de idoneidad para discriminar todavía más a las personas que realmente están preparadas para abordar un proceso adoptivo.
  "Los tests se pueden mejorar, pero las pruebas deberían ir más allá para reconocer si los futuros padres están realmente preparados para abordar una situación de maltrato y abandono", ha subrayado la psicóloga, para quien además debería incidirse en la fase previa de estudio del niño para buscar familias para niños concretos y no al revés.
   Martínez ha alertado sobre las expectativas falsas que a menudo recrean algunas familias, que en algunas ocasiones no se dan cuenta de que piden niños a la carta.

MÁS PREPARACIÓN

   La coordinadora del Servicio de Postadopción Blanquerna y experta, Berta Boadas, ha pedido que se alargue el proceso de formación y aprendizaje que ahora la Generalitat quiere pasar de un fin de semana intensivo a cuatro días separados.
   En declaraciones a Europa Press, Boadas ha señalado que "no se trata tanto de endurecer la consecución de los certificados de idoneidad como de profundizar y alargar más el proceso para que el aprendizaje sea más reposado y más significativo".

CIFRA "ELEVADA Y EXCESIVA"

   Tanto Boadas como la coordinadora de la Fundación Eulàlia Torres de Bea, Montse Rius, --una de las fundaciones que ahora se encargará de estos procesos formativos-- han significado la "elevada y excesiva" cifra de 72 menores abandonados, que no retornados, porque resaltan que los hijos no se pueden devolver.
   Las tres expertas en procesos adoptivos han lamentado las consecuencias graves que puede provocar un segundo abandono en estos menores, ya traumatizados por una situación similar anterior y de la que difícilmente se podrán recuperar.
   Rius ha resaltado que esta situación es un "fracaso de los adultos", de los padres y de los profesionales que han intervenido en el proceso, pero en ningún caso es un fracaso de los menores.
   Tras admitir las complicaciones añadidas que puede tener un adoptado adolescente, Rius ha pedido la identificación de unos indicadores de riesgo para que los padres pidan ayuda a los profesionales, que también es necesario que ayuden al seguimiento del proceso postadoptivo.
   Paula Martínez incide en la necesidad de comprender que la "mochila" con la que cargan los niños en la adolescencia es mucho mayor en estos casos.
   Previa llegada de la adolescencia es necesario trabajar a fondo en el tema identitario y del trauma que ha sufrido el niño, a sabiendas de que el objetivo de eliminar el sentimiento de culpa del menor es básico para que éste pueda salir adelante.

lunes, 20 de febrero de 2012

Historias de adopción desde Uruguay

Fuente: Portal Digital El País (12 de febrero de 2012)


Patricia Ricamonte (45) había leído todo artículo existente sobre cómo explicarle a Facundo que era adoptado. Pero nada la preparó para tener que decírselo en un ómnibus repleto. A Facundo, con dos años, la curiosidad se la despertó una pasajera embarazada. "Mamá, que gorda"... "¿Un bebé?"... "¿Como vos y yo?"... "¿Por qué?"... "Ah...". Ella había elegido el nombre de su hijo -por Facundo Cabral-, hoy de 13, mucho antes de vivir su "embarazo de diez años", tiempo que transcurrió entre tratamientos médicos primero y una larguísima espera para adoptar después. Hoy se los ve felices. "¡Vos no sos mi mamá!", se defendía de chico ante un rezongo. "La primera vez que lo dijo me puse a llorar", recuerda. "Y a la segunda lo mandé a cagar". Pura psicología.
Daniel llegó en 2011, con dos años y medio, al hogar de Ana María García (41), su marido Hugo (40) y la hija biológica de ambos, Lucía (los nombres fueron cambiados). En su oficina de abogada hay un portarretratos de los dos niños juntos. Son parecidos. "Nadie en mi familia hace distingos. Los dos son mis hijos, divinos y maleducados. ¡Daniel ya me inundó la casa!". Lo conocieron en un centro del Instituto del Niño y el Adolescente del Uruguay (INAU). "Divino, con una cara de pícaro que lo vendía". Lo usual es que la integración sea paulatina. Ellos le llevaron a Mateo, un perro de peluche, y él les dio un beso y un abrazo de entrada. Al otro día le preguntaron si quería irse con ellos. Aceptó. "Trabajamos mucho en hacerle su lugar en casa y que él participara. La hermana, de cinco, ayudó mucho". Él ya venía con varios meses institucionalizado o con cuidadoras. "Le decías de ir al almacén y él se ponía la mochilita y agarraba las cosas con las que vino. Había que reafirmarle que llegó para quedarse". Al principio, le pedía que se quedara con él hasta que se durmiera. "Dame la mano, mami", le decía. "Siempre me llamó mami". La mirada se le humedece.
Y hay casos muy distintos. Delfina es una belleza de casi ocho meses. Ella les marca el ritmo a sus padres Felicitas Da Silva (28) y Luis Rodríguez (28). Pero en este trío, la única no adoptada es la bebé. "Aclará que no nos conocimos en un `club de adoptados`. ¡Ya nos lo preguntaron! Fue una casualidad, nos presentó una amiga", jura Luis. Los dos bromean con el drama que supone algo tan simple como ir al doctor. "Te preguntan si tenés antecedentes. `Ni idea, soy adoptada`. Los médicos anotan que está todo bien, ¡y capaz que nos pelamos mañana!", ríe ella.
Episodios como el de Mía -la bebé de 16 meses que fue dada en adopción luego de un escándalo que incluyó a sus cuidadores, la Policía, la Justicia y hasta a familiares biológicos - ponen en el tapete la adopción y lo que trae aparejado: largos procesos, burocracia lenta, más gente queriendo adoptar que niños para ser adoptados, críticas al INAU -por ley y desde 2009 el único organismo habilitado para actuar en estos casos-, y sus descargos.
Entre 2001 y 2011 se inscribieron en el INAU 1.349 parejas o individuos interesados en adoptar. De ellos, solo 521 lo lograron (un 39%). En ese mismo período, 583 pequeños fueron integrados; un 70% tenía menos de 3 años, un 2% más de siete.
Pero atrás de todo esto hay historias de ilusiones y esperas angustiosas; dudas, preguntas que buscan respuestas y prejuicios; pero también de esperanza y amor.
ESPERAS. "Hola mi amor, te vinimos a buscar". En el Pereira Rossell, Regina, entonces de 12 días y hoy de ocho años, por primera cruzaba su mirada con su madre, Aurora Reolón (52), que se eriza al recordarlo. Patricia también se emociona. "Le dije `Hola Facu, soy tu mamá`. Tenía 15 días. Lo aupé y me olvidé de mi marido y del mundo...". Esto fue en un hospital de Uruguayana, ciudad brasileña 80 kilómetros al Norte de Bella Unión.
Aurora, diseñadora y directiva de la Asociación de Padres Adoptantes del Uruguay (APAU), no se queja del INAU más allá de su espera de tres años. "Pasás mucho enojo, tristeza y frustración. Te visita la asistente social, la psicóloga... Esa preparación es necesaria, pero hay mucho tiempo vacío. Pero llega el momento... y se te olvida todo".
Pero Patricia bufa pensando en los cinco años y medio que esperó en el INAU (entonces Iname) sin el final esperado. "Puros controles, si teníamos casa propia, un cuarto para el niño, miraban qué había en la heladera, era una invasión a nuestra intimidad bastante grande... la verdad es que con ellos perdí la ilusión". Un compañero de trabajo -ella es inspectora del Banco de Previsión Social- les dio la idea de adoptar en Uruguayana. "Fue todo a través de los consulados, muchos timbres, asistentes sociales, informes de psicólogos... Y ya a los ocho meses me llaman: mi hijo me estaba esperando". Pero no fue tan fácil. Recién allá les dijeron que debían quedarse un mes en Brasil para los controles psicológicos. "Me puse a llorar, no teníamos tanta plata. Una jueza nos prestó su casa, ¡y se vino a veranear a Uruguay! Fue un curso intensivo de cómo ser mamá sin abuelos, tíos ni nadie. El padre (hoy mi exmarido) se enfermó y yo terminé cuidando a los dos".
El INAU destaca haber reducido el promedio de duración del proceso de cuatro años y medio a tres y medio. No es fácil sobrellevarlo. La mayoría de los interesados ya tienen consigo la dura carga emocional de la infertilidad. Y considerar a la adopción como una suerte de maternidad o paternidad de segunda es tan nocivo como esconderle la verdad al pequeño, afirman los expertos (ver nota aparte). Lo cierto es que por motivos varios (enfermedades, separaciones, crisis económicas, embarazos, pérdida de interés, hastío por la espera o búsqueda de una adopción por fuera del sistema), 523 de los anotados entre 2001 y 2011 al final desistieron; dos más de los que lograron integrar a un niño.
La llegada de Lucía hizo que Ana María, anotada en 2002, quedara "al final de la fila". Su valoración del proceso es igual muy positiva. "En los talleres te surgen ideas y proyectos: si tu casa está bien o si te tenés que mudar. Sirven hasta para sacarte miedos y dudas. Una vez, a una compañera alguien le pregunto: `¿Estás loca?, ¿qué sabés de dónde vino el gurí?`. Quedó angustiada. Y le dijimos: `¿Por qué no le preguntaste en qué anda su hijo ahora?`".
"POBRECITO". Felicitas nació en Porto Alegre y fue adoptada desde Europa (su padre es suizo). El trámite duró año y medio. "En ese entonces se cuestionaba mucho en Brasil por qué se daban tantos niños en adopción al extranjero, y eso retrasó muchos procesos". Ya en Uruguay -llegó a los siete años- y en el colegio, contó ante toda su clase que era adoptada, algo que siempre supo. "La maestra llamó alarmada a mi madre a preguntarle cómo yo sabía eso. Y mamá, psicóloga, le dijo que no se debía esconder el tema".
A Felicitas y Luis les divierte apelar para esta nota a sus nombres "de nacimiento". Se excusan de dar los que están en la cédula (en general no cambian), los que usan. Él, artista, es hijo de una figura pública; ella trabaja en el mundo de la comunicación. "Es que aún hay prejuicios tipo `si es adoptado, tiene un problema`. Para mí no es que sea un tema tabú, ¡si no me hubieran adoptado no estaría feliz hoy, con mi hija y mi marido! Pero para mi carrera necesito que la gente me reciba bien sí o sí. No tuve malas experiencias, pero no quiero probar".
Ambos aseguran que nunca se sintieron discriminados por ser adoptados, algo naturalizado por ellos y por su círculo íntimo. Lo mismo dicen sus madres sobre Facundo, Regina y Daniel. Pero hay palabras o frases muy frecuentes, bienintencionadas o no, que duelen: "Pobrecito" (ésta equivale a una cachetada), "No lo rezongues, ya sufrió mucho", "Qué suerte que tuvo", "Andá a saber de qué vida lo salvaste". Otras pueden surgir desde el prejuicio (una mala conducta se explica "porque es adoptado") o desde la crueldad infantil alimentada en casa ("a vos te dejó tu mamá").
A estas frases, respuestas como resortes. "No falta quien te diga: `¿Lo adoptaste? Pobreciiiiito`. Y te dan ganas de acogotarlo...", dice Ana María. "No podes sobreprotegerlo porque es adoptado, ¡nada de pobrecito!", enfatiza Patricia. "En todo caso, la suerte la tuve yo, que con Regina pude ser mamá", tercia Aurora.
Regina tiene una sonrisa hermosa y es muy apegada a Aurora. El living está lleno de fotos de ellas y de Gabriel (52), padre y marido. Cuando Regina sea adolescente ella andará por los 60. No es lo ideal, pero ella dice tener una personalidad idónea.
Hubo otro factor que ayudó a unir sus destinos. Aurora hoy dice no recordar bien, pero que cuando la llamaron del INAU le dijeron algo así como que la bebé a adoptar "tiene rasgos distintivos de raza negra". Ella encantada, pero las parejas que estaban delante en la lista - "creo que eran tres... creo"- prefirieron continuar en la larga espera. "Yo les agradezco igual, porque me permitieron tener a Regina".
BÚSQUEDAS. El hijo adoptado siempre tiene derecho a saber sobre su familia biológica. Como miembro de APAU, Aurora dice que su mayor inquietud es saber si tienen hermanos. "A ellos sí tratan de buscarlos". Casi siempre, cuenta, no se pasa de una investigación documental. De verse con la madre le preguntan el porqué del abandono; no suelen ser reencuentros de telenovela. Por el padre rara vez hay interés.
Daniel aún es muy chico. Facundo dice no sentir mayor curiosidad. "Sería como conocer a otras personas más", se encoge de hombros. El caso de Regina es distinto. Aurora pide no exponer el rostro, precioso, de la niña. Como directiva de APAU, ella sí apareció en la prensa por el ultramediatizado caso Mía, pero no permitió que su hija viera nada. "Ella no puede ver que la adopción es una pelea de dos gallos de riña".
Es que Regina, explica Aurora, ya pasó la etapa "mágica": ya no es solo haber crecido en otra panza, es buscar los porqués. "Ella se está cuestionando por qué una madre tomó esa decisión. Eso hace que le aparezcan muchos miedos, a que me vaya o que me enoje con ella. Porque puede pensar que su familia biológica se `enojó` con ella. Pero los rezongos y límites se los tenés que poner igual". Criticar a la familia de origen -en tiempos pasados, directamente "borrada"- es totalmente negativo; la psicología hoy prefiere poner hablar de "delegación de maternidad" y no de abandono. "Tal vez esa mujer tuvo el último `huequito` que le quedaba para decidir que lo mejor para su hijo es que otros lo cuidaran".
De su origen, Felicitas supo lo que le contaron. "La mujer que me tuvo (así la llama) era de apellido Da Silva y me abandonó en un hospital. Viví tres meses con una enfermera. Y hasta que me fui a Europa me quedé con mi madrina, enviada por mis padres para los trámites, hasta el año y medio". Luis calificó como más "normal" lo suyo. Nació en Minas; su madre era empleada doméstica y menor de edad. "Por lo que sé, pasé del hospital a mis padres". Él se enteró gracias a la escuela. "Tenía unos compañeros que decían `vos sos adoptado`. Era como un insulto cuando alguien, cualquiera, hacía algo mal. Le pregunté a mis padres por eso, y ahí me comenzaron a explicar...". Mucho más tarde averiguó el nombre de su madre y abuela, y unas viejas direcciones. "Llega un momento en que querés saber... para bien o mal es un bache en tu vida". Nunca las fue a buscar.
Felicitas fantaseó alguna vez, de vacaciones en Brasil, con cruzarse con su madre en la calle. También se preguntó si tenía hermanos. Era, asegura, más curiosidad que cariño. "Antes capaz pensaba distinto. Pero ahora que soy madre te digo que... hay que tener ovarios para dar en adopción a tu hijo, sea en las condiciones que sea... hay que tener valor...". Por un momento, en su tono de voz aparece algo parecido a la gratitud. Solo por un momento, porque enseguida Delfina reclama la atención de mamá.

Cómo prepararse y cómo prepararlos

"Las personas, especialmente las parejas, mantienen una idealización muy fuerte de la maternidad y paternidad biológicas que les impide aceptar plenamente a la adopción como una vía diferente de construir esa paternidad", señala Beatriz Rama, psicóloga con una vasta experiencia en este tema. Si eso no se logra, difícilmente el vínculo con un hijo adoptivo sea positivo.
"El saberse adoptado es un rasgo de identidad del niño. Cuando la adopción es asumida auténticamente por los adultos de la familia se genera una forma natural de referirse a ella en el hogar y en las relaciones cercanas familiares, amistades y vecinales, que hace al hecho de que el niño `siempre sepa` que es adoptado y no hay un momento de información", agrega Rama. Con menor o mayor complejidad, siempre debe saberlo.
"En nuestro medio se tiende a discriminar lo que no está dentro de los modelos tradicionales. Por este motivo, resulta difícil que el hijo adoptivo en algún momento no se vea enfrentado a comentarios dolorosos. Si en la familia se pudo construir un vínculo de filiación fuerte, el chico encontrará dentro de sí formas espontáneas y creativas de hacer frente a esas dificultades", dice la psicóloga Graciela Montano, también experta en adopciones.
"En la medida que el niño fue entregado a una institución (hospital, INAU) no fue abandonado, fue cuidado (por sus genitores) de la forma que pudieron hacerlo, delegando la maternidad-paternidad. Y sus padres lo adoptaron porque no podían procrear pero que deseaban construir una familia y que ahora entre todos la están construyendo", añade Montano.

La cifra

404 Cantidad de anotados (familias o individuos) hoy para adoptar en las distintas etapas (inscriptos, entrevistas, inspecciones, talleres); 60 ya fueron seleccionados como aptos.

Mejora, pero con lentitud

En 2011 se integraron 73 niños a 65 hogares (incluyendo 8 grupos de hermanos), y se inscribieron 149 familias o individuos. Son los números más altos en lo que va del siglo XXI. Y sólo en enero pasado hubo 12 adopciones. Para este año, el INAU espera que se apruebe una ley que agilizará aún más la entrega de niños en condiciones de adoptabilidad a familias ya seleccionadas. "Si se quiere, la contracara de lo que pasó con Mía es que el sistema está funcionando", señala el vicepresidente del organismo, Jorge Ferrando. Eso sí: con lentitud. El jerarca reconoce que la selección de interesados en adoptar hoy lleva un año de atraso. Hay otros factores: adoptar un niño con HIV, con alguna discapacidad o enfermedad, de siete años o más, o de un grupo étnico minoritario es de una dificultad mucho mayor. "Se logra integrar a algunos de estos casos, pero es más... excepcional", lamenta Ferrando.

sábado, 28 de enero de 2012

Cómo y cuándo decirles a nuestros hijos que son adoptados


FuenteElHeraldo.co (25 de enero de 2012)


Thinkstock 
Muchos padres que han tomado la decisión de adoptar un hijo sienten gran incertidumbre y angustia por no saber a qué edad y de qué manera le deben contar que es adoptado.
Algunos, consideran que el no decirle la verdad, evitará sufrimiento e inseguridades en él, dicha opción no debe ser tomada en cuenta como una alternativa viable ya que siempre se le debe decir a un niño su verdadero origen.
Todo ser humano tiene y posee este derecho y, por ende, debe conocer su historia por más dura que sea.
Al no decirle a su hijo la verdad, la vida familiar empezaría y se convertiría en una mentira. Por otro lado, es muy probable que en algún momento dado, toda criatura se entere de que es adoptada. Descubrir semejante mentira, produce desconfianza en los niños y genera muchos problemas en cuanto al desarrollo de la identidad y de las relaciones familiares de este.
Al ocultar un hecho de esta magnitud, estamos transmitiéndole a nuestros hijos un enfoque negativo e inadecuado sobre lo que es la adopción.
Nadie puede culpar a un niño si llega a pensar que ser adoptado es algo humillante e inadecuado cuando sus padres no se lo han contado. ¿Por qué no me lo habrán dicho?
Este interrogante, se plasma en el menor una y otra vez, hasta dañar las relaciones familiares y la expresión de sentimientos genuinos.
Un gran número de especialistas, considera que se le debe decir al niño su verdadero origen cuanto antes.
La edad más recomendada es entorno a los dos años. A pesar de que es importante informar al niño a muy temprana edad, es esencial tener en cuenta de que para ese momento el niño no entenderá el significado de la palabra adopción.
A lo largo de los años, el pequeño irá entendiendo el concepto. A continuación, expondré como cada niño reacciona ante el tema de la adopción de acuerdo con su edad y etapa de desarrollo.
Etapa “Periodo Preescolar”. Comprendida entre los 2 ó 3 hasta los 6 años, aproximadamente.
En esta etapa, los niños no entienden el concepto de adopción. No saben qué significa ser adoptado y por lo tanto no existe sentimiento de pérdida. El niño repite literalmente la historia que le han contado -‘Yo soy adoptado’, ‘Yo estuve en la barriguita de otra mujer’, ‘Yo estaba en un hospital y mis papás me recogieron’, ‘mis papás fueron a buscarme a China, vine en avión’- y la mezcla con otras fantasías.
Dicho periodo, considera la adopción como algo positivo. Los niños se sienten especiales y ven que otros niños no lo son y como no entienden el significado, se consideran únicos y privilegiados. Es común que los niños repitan una y otra vez la historia que le han contado en casa; ya sea a la maestra, a los compañeros de clase, a los amigos e incluso a las personas desconocidas...
Este aspecto, es algo positivo que ayuda a familiarizarse con el tema.
Etapa: Periodo de la Enseñanza Primaria. Comprende de los 6 ó 7 hasta los 11 años aproximadamente.
El niño en esta edad empieza a comprender el sentido de ser adoptado. Concibe la adopción no solo en términos de construcción de una familia, sino también en términos de pérdida para otra. Comienza a asimilar que pueden existir dos madres diferentes. Cobra relevancia el término abandono.
Hacia los ocho años es normal que un gran número de niños muestre ambivalencia ante el hecho de ser adoptados. Esta etapa es muy importante y es en la que los padres deben estar muy pendientes de sus hijos y crear en casa una atmósfera de empatía con sus emociones.
El objetivo es que puedan responder a todas esas preguntas que el pequeño se hace sobre sus padres biológicos e historia pasada.
En el caso de que no muestre interés por hablar abiertamente del tema de la adopción y los padres pueden pensar erróneamente que es algo que no les preocupa, deben preguntarles y hablar con ellos. El que no lo hagan no quiere decir que no lo piensen o les preocupe. Esta es una labor importante de los adoptantes. Si en esta etapa se habla sobre el tema y se genera un clima cálido de comunicación y confianza, se podrá prevenir muchos problemas de crisis de identidad en nuestros hijos adoptados.
Etapa: Periodo de la adolescencia. Periodo de rápidos cambios físicos, hormonales, sociales y psicológicos. Periodo duro para todos los humanos y para un adoptado más. ¿Por qué? Porque comienza a reevaluar la pérdida en términos de identidad: ¿Quién soy? ¿Quién pude haber sido? ¿En quién me estoy convirtiendo?¿Quién sería si no me hubieran adoptado?... Son algunas de las preguntas más frecuentes que se hacen en esta etapa.
4ª etapa: Periodo adulto. En dicha etapa, nos encontramos a dos tipos de adultos; primeramente, está el adulto que, con toda la información que posee, tiene más que suficiente y no necesita más. Por otro lado, está el adulto que aunque ha hablado con sus padres sobre la adopción, desea conocer y saber más sobre su familia de origen y espera llegar a encontrarla.
La meta a la que se desea llegar con cualquier niño adoptado, es que el llegue a aceptar que es adoptado, que un día fue abandonado, no querido por sus padres biológicos y toda su historia -curar la herida del abandono-. Cuando, finalmente, acepta la realidad de su historia, hay un sentimiento de estar completo y de tener raíces.
Texto: María Lourdes Dávila
Consultorio: 3738372
Móvil: 301 548 4893

jueves, 12 de enero de 2012

Los peligros de las redes sociales para los niños adoptados

Fuente: Terra Noticias (5 de enero de 2012)

La facilidad con la que los padres biológicos pueden emplear la tecnología para entrar en contacto con sus hijos sin advertencia y sin seguir el protocolo establecido han alarmado a las agencias de adopción.
Las familias que han sufrido este problema han descrito la experiencia como estar en un 'accidente de coche a cámara lenta' que les ha dejado 'golpeados y magullados'. Algunas familias se han roto.
'Los sitios de redes sociales han puesto todo al descubierto: no puedes mantener nada en secreto', dijo Julia Feast, consultora de la Asociación Británica para la Adopción y la Acogida (BAAF).
'Desestabiliza a toda la familia', dijo a Reuters. 'Es como una bomba que se lanza en el interior y no sabes cómo recomponer de nuevo las piezas si los niños no están preparados'.
Según la ley británica, los padres biológicos no pueden acceder a los registros de adopción de sus hijos y habitualmente, en los días previos a las redes sociales, era muy difícil que retomaran el contacto.
Desde 2005, los adultos adoptados y sus familiares biológicos tienen el derecho legal de preguntar por servicios de intermediación para que una agencia autorizada les permita contactar, pero puede ser revocado si existe algún tipo de inquietud tras una valoración.
Se desconoce cuántos padres biológicos recurren a las redes sociales para sortear este proceso, pero la BAAF dijo que estaba recibiendo 'más y más casos'.
'Hemos escuchado algunas historias horrorosas, pero desconocemos con qué frecuencia está sucediendo', añadió Feast.
'Creo que tenemos que aceptar que esta es la forma en que la gente se comunica en la actualidad y cada vez más gente recure a esta forma para tratar de encontrar a sus familiares'.
'No podemos ignorarlo, pero tenemos que ser proactivos, de forma que la gente lo pueda gestionar si sucede'.
La BAAF quiere que el Gobierno cree un sistema donde las agencias y los padres de adopción puedan ponerse en contacto y compartir sus experiencias, aprendiendo de los otros.
No son sólo los padres biológicos los que retoman el contacto. Los niños adoptados, especialmente si están en una edad en que empiezan a sufrir ansiedad y quieren rebelarse, también lo hacen.
Otra agencia, Adoption UK, que apoya a los padres que adoptan, sugiere que los progenitores de adopción sean honestos con sus hijos, y no permitan que aprendan su historia anterior a través de 'cristales tintados de rosa'.

lunes, 2 de enero de 2012

Soy adoptado: duelo, vínculo, orígenes

Fuente: El Confidencial ( de diciembre de 2011)


Entre padres adoptivos e hijos adoptados se va creando poco a poco un vínculo y lo que más desean ambos es que sea lo más sano, sólido y consistente posible. Esto es, un vínculo de apego de tipo seguro. Para que una relación cuente con características sanas y cubra las necesidades emocionales del pequeño de forma sensible y estable, es fundamental que las personas significativas para el niño calmen sus miedos y angustias dando una respuesta emocional adecuada en intensidad, forma, calidad, tiempo y cercanía. Si ponen nombre a lo que el niño siente y consiguen transmitirle tranquilidad, se sentirá seguro con respecto a sus figuras de apego. Esto es, él sabrá que aunque tenga miedo, sus papás le calmarán. Esta seguridad la irá interiorizando poco a poco y se convertirá en una persona segura de sí misma y con una buena autoestima.

Recordemos que esta relación se inicia en unas condiciones diferentes y complejas. El proceso de adopción es largo y costoso. Si empatizamos con los papás, probablemente sentiremos ilusión, incertidumbre, miedo, prisa, ganas de que llegue, sobre todo, mucha necesidad de paciencia y regulación emocional. Cuando ya esté aquí, la tarea no será menos dura: tocará conocerse, adaptarse y entenderse.
Es lógico que los papás sientan preocupación por el pasado del pequeño, por su salud y por cómo ha sido cuidado emocionalmente el tiempo que no ha estado con ellos. La calidez y adecuación de los primeros cuidados del bebé influyen sin duda en su desarrollo evolutivo. Los nuevos papás tratarán de vincularse con el pequeño de la forma más sana posible e intentarán reparar lo que no fue posible para él hasta ese momento.
La elaboración del duelo
El niño adoptado, en su corta vida, ya “se entera” de muchas cosas. Ha vivido encuentros y desencuentros absolutamente trascendentales para su desarrollo emocional y para su estructura de personalidad. Lo primero con lo que tiene que lidiar al aterrizar en su nueva familia es la elaboración de un duelo. Aunque sea muy bien recibido por sus nuevos padres, es normal que viva un poquito (y a veces mucho) de tristeza por las personas que hasta ese momento le estuvieron cuidando.
Los niños adoptados viven con una huella toda su vida, la del abandono
El pequeño no vuelve a ver a esas personas. Para él todo ha cambiado de repente: el lugar físico, las personas que le cuidan y hasta el idioma en que le hablan. Como mínimo, asustado se encontrará. En este momento es muy importante brindarle un vínculo de apego seguro, en el que las personas que son ahora sus cuidadores se muestren muy cálidas, accesibles y sensibles de forma estable y constante con las necesidades del pequeño, que son muchas. Los efectos del desencuentro no terminan cuando el pequeño está adaptado. Los niños adoptados  viven con una huella toda su vida: la del abandono. El inconsciente siente: “si mis padres biológicos me abandonaron, ¿por qué no lo van a hacer el resto de personas?” Huella desgarradora emocionalmente: la inseguridad en los vínculos. Pero siempre hay algo que se puede hacer.
Si los nuevos papás abordan de manera adecuada las situaciones de demanda de cuidados del niño, esta huella puede ir reparándose poco a poco, y el pequeño irá incorporando recursos para tolerar y manejar los efectos de la misma. Es muy importante estar atento a los cambios familiares importantes, a los momentos en los que el pequeño tiene que separarse de sus padres; estas pequeñas separaciones son movilizadoras del inconsciente, reviven algo ya sucedido en el pasado y muchas veces de carácter traumático.
Los papás deben poner un especial cuidado en situaciones de separación, como el primer día de cole, que alguno de los papás pase unos días fuera de casa por algún viaje, o incluso porque el pequeño va a algún campamento. Son situaciones que evocan en el inconsciente una separación del vínculo y pueden activar la huella emocional del abandono en el pequeño. Es por esto que debemos tener especial cuidado en estos momentos y responder de forma sensible a las demandas del niño de apoyo, cariño y protección.
La madurez de los padres es fundamental
Los papás perfectamente pueden establecer un tipo de vínculo de apego seguro con su hijo adoptado. Para que haya un buen vínculo, es cierto que pueden influir las características del menor, pero las que son determinantes son las características del adulto. Para lograr un vínculo de apego seguro es importante que los papás tengan capacidad para manejar y tolerar las dificultades y desencuentros que surjan en la crianza y que cuiden de su propia auto-regulación.
Sobre todo, naturalidad: eres mi hijo y yo soy tu papá/ mamá
La madurez de los padres para poder hablar de las emociones y sentimientos que afloran entre vínculos que se generan ente los miembros de la familia son fundamentales. Es muy sano hablar de cómo nos sentimos con el otro: en los momentos buenos y en los difíciles.
En ocasiones los padres también tienen duelos por resolver. Es importante dejar espacio para sacar la emoción que han podido generar los acontecimientos no deseados que tienen que ver con la decisión de la adopción. En muchos casos, hay papás que eligen adoptar aún contando con la posibilidad de tener hijos biológicos, pero es cierto que la mayoría opta por la adopción porque otras vías no son posibles. No es fácil tramitar emocionalmente el duelo por la fertilidad, por lo que le hubiera gustado a la persona que hubiera podido ser la experiencia de ser padre o madre. Hay que darse un tiempo para que se resuelva el duelo y poder cuidar de uno mismo para poder encargarse del otro, del pequeñín que ahora viene a la familia y ya pertenece a ella.
Es una necesidad humana conocer nuestros orígenes
Sobre todo, naturalidad: “eres mi hijo y yo soy tu papá/ mamá”. Y vamos a darnos un poquito de tiempo para conocernos y adaptarnos los unos a los otros. Vamos a respetar que podemos ser diferentes en algunas cosas, pero el amor y el apego sano y seguro, poco entiende de diferencias: las respeta, las tolera y las acepta: Te cuido y te hago crecer desde lo que es bueno para tí, no desde lo que yo quiero que seas.
Tener un hijo buscado y deseado predice una buena salud vincular. Sin embargo, no es nada fácil a veces entender y abordar lo que ocurre. Si los papás cuentan con buena capacidad para el vínculo sentirán “suyo” al pequeño y a éste le ocurrirá igual que a sus papás. Es cierto que vendrá una etapa en la que tendrá que conectarse con las emociones que le genera el hecho de ser adoptado. Es una necesidad humana conocer nuestros orígenes. Y los niños adoptados tienen que pasar por un proceso emocional de aceptación de su historia vital. Surge aquí otro duelo por sus padres biológicos. Es importante entender y escuchar la necesidad del pequeño de saber en un momento de su vida, de poder preguntar “porqués” sobre su historia con naturalidad. Es importante que en estos momentos los papás adoptivos no se sientan amenazados. Ellos son los padres del pequeño y sus figuras de apego, pero él necesita saber de sus orígenes.
Poco a poco, y al ir cubriendo de forma empática y sensible las necesidades del niño, el hijo adoptado, cada vez tendrá más recursos para poder manejar, abordar y eliminar las ansiedades lógicas de su situación. 

domingo, 1 de enero de 2012

Libro: "Ser Madre, Saberse Madre, Sentirse Madre" de Pepa Goicoechea


SER MADRE, SABERSE MADRE, SENTIRSE MADRE Ser Madre, Sentirse Madre, Saberse Madre
Pepa Goicoechea

ISBN: 9788433024664
Colección: APRENDER A SER
Edición:
Páginas: 120
Formato: 15x21 cm
Encuadernación: Rústica
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Precio sin IVA: 8,65 €
Precio con IVA: 9,00 €
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Aquellos a quienes elegimos como hijos configuran nuestra alma. Yo elegí tener a mi hijo José y él me ha enseñado a mirar la vida y a mí misma a través de sus ojos. Este libro recoge esa mirada y todas esas cosas que me hubiera gustado que alguien me contara, primero, sobre lo que significa ser madre y luego, sobre ser madre adoptiva. Cosas que casi nunca se dicen y yo eché de menos.

...Nadie me dijo que llevaba tiempo saberse madre, llevaba tiempo, horas, minutos, tardes de parque, lavadoras, purés y peluches llegar a saberse madre. Ni que ese tiempo adquiría otra dimensión, que entras en un tiempo que no es el tuyo, porque el tuyo murió y el nuestro aún no ha llegado. Ni que habría momentos en que deseabas parar el tiempo, y otros que pasara tan deprisa que no pudieras ni vivirlo

(...)Pero, sobre todo, no sabía que llegaría un momento donde las fronteras de mi ser no estarían en mi piel sino en la suya, en el que miraría mi vida a través de sus ojos, y la vería cargada de otros colores, de otros brillos y otras penumbras. No sabía que yo también nacería de nuevo...

Soy psicóloga infantil, y estaba acostumbrada a trabajar con familias. Ahora soy madre. Mi hijo José y yo somos, como dice él, una familia de dos y muchos más. Este libro recoge nuestra historia. Pero mi testimonio en este libro no es sólo como madre ni sólo como profesional. Estas páginas pretenden ser mi voz, una única voz, porque ya no puedo separar la madre y la profesional. Ni puedo ni quiero.

Escribe Rosa Regás en su prólogo al libro:

“…La verdadera libertad, la de luchar por ser quienes queremos ser, compartir la vida con quien queremos compartirla y crear un vínculo de profundo amor con un ser nacido de nuestra propia elección, creado y amado por el efecto de nuestra conciencia y de nuestra voluntad. Sólo por esto ya somos mejores nosotros y, en buena parte, el mundo que nos toca vivir. Transmitir esos descubrimientos y esas vivencias es colaborar de la mejor manera posible al desarrollo de las facultades que tenemos a nuestro alcance para mejorar el bien de todos, es pasar de lo particular a lo general, del egoísmo a la generosidad.

Así es este libro que tengo el honor de prologar: la lucha por un mundo mejor a partir del conocimiento de lo que nos ocurre. Un ejemplo definitivo de compromiso social y familiar, utilizando para ello valores tan positivos como la conciencia, el pensamiento, el sentimiento, el amor, todos al servicio de la libertad.”  

jueves, 29 de diciembre de 2011

Más de 500 perfiles genéticos están incluidos ya en el archivo nacional de SOS Bebés Robados

Fuente: Huelva Información (15 de diciembre de 2011)


Una veintena de familiares de supuestos bebes robados se realizó ayer la prueba del ADN en las instalaciones de la Gota de Leche, en el transcurso de una asamblea de SOS Bebés Robados Huelva. El perito judicial, Jaume Buj Bello, del laboratorio de genética y toxicología forense Neodiagnostica, fue el encargado de tomar una muestra de saliva a 21 personas que tienen sospechas y buscan a un hijo, un hermano o a sus padres. Una a una se fueron identificando con su DNI antes de que le fueran recogidas las muestras biológicas. Buj Bello señaló que en tres días tendrán el perfil genético. Aparte, 19 onubenses aportaron su perfil genético obtenido en otro laboratorio. Todos ellos se introducirán en la base de datos de ADN de SOS Bebes Robados, de ámbito nacional, en el que ya hay 500. 

El perito judicial, que aseguró que "es una prueba altamente fiable", afirmó que en su laboratorio "el cotejo es permanente, constante y sin caducidad. La prueba no caduca nunca y el cotejo es constante". 

Entre las personas que se realizaron la prueba se encontraba Laura García, adoptada, que nació el 19 de octubre de 1977 en la clínica San Ramón, de Madrid. García, que estaba acompañada por su madre adoptiva Manoli Postigo, busca a su madre biológica. 

Desde pequeña sabía que era adoptada, "mi madre me lo dijo cuando tenía tres años". Apuntó que empezó a sospechar que podía ser una niña robada porque "no hay carta de renuncia de mi madre biológica, en ningún papel vienen los datos de mi madre biológica, y los notarios y abogados que actuaron en los casos de los niños de San Ramón son los mismos". 

Su madre adoptiva indicó que tiene sospechas porque "coinciden muchas cosas, hay muchas mentiras por medio, cierran todas las puertas y no dan datos". 

También tiene sospechas Josefa Silva. Comentó que con 17 años tuvo un niño en el hospital provincial, en la Merced. Corría el año 1971. Explicó que vio a un bebé muerto, "el hospital se hizo cargo de todo", pero cuando ha solicitado las partidas de nacimiento y de defunción, "hay de nacimiento pero no de defunción". Entonces recordó que cuando su hijo estaba en la incubadora "me dijeron que yo prefería una niña y que me olvidara de él", por lo que "sospecho que no falleció". 

Por su parte, Ángela, nacida el 6 de agosto de 1969, piensa que puede ser una niña robada. Sus padres adoptivos le dijeron que era adoptada y busca a su familia biológica. 

La presidenta de SOS Bebés Robados Huelva, Esperanza Ornedo, manifestó que la intención de la asociación es "unir a los afectados y que se sientan protegidos por la asociación". Explicó que se trata de una cadena de asociaciones en España. La de la provincia onubense se constituyó el pasado 16 de junio. Ornedo es una de las afectadas, busca a su hermana que nació el 23 de marzo de 1968 en la desaparecida residencia sanitaria Manuel Lois. 

El abogado y secretario de la asociación, Isaac Maestre, aconsejó a los familiares que tengan sospechas que acudan al Registro Civil, a los hospitales, al Ayuntamiento y al cementerio a solicitar información y si hay indicios de que sus bebés fueron robados que denuncien, subrayando que "la denuncia se haga lo más completa posible", presentando toda la documentación (certificado médico, de defunción...) ya que así "se adelanta trabajo". Incidió en que "hay que hacer las cosas lo mejor posible para evitar sorpresas desagradables". Recalcó que "la batalla acaba de comenzar, va a ser muy difícil y compleja, pero muchos pueden tener un resultado positivo". 

José Luis Orta, letrado de la asociación, recomendó a los afectados que acudan a abogados, investigadores privados o asociaciones para que "la cosa llegue a buen puerto". 

En el encuentro, también intervino la redactora de Huelva Información, Raquel Rendón, que destacó el papel de los medios de información. Señaló que la publicación de los casos "es una buena forma para que no caigan en el olvido", resaltando que en los medios con difusión por internet, como Huelva Información, se propaga la noticia "de forma más rápida y hay más posibilidades de encontrar al familiar", con lo cual puede ser "una herramienta más para encontrar a los niños desaparecidos".  

miércoles, 21 de diciembre de 2011

¿Qué es ser familia?

Fuente: Blog de Pepa Horno Goicoechea

Pepa explica en sólo unos minutos y con una rotunda claridad qué es ser una familia. Y no puedo estar más de acuerdo con ella. 



Pepa Horno: para ser pai ou nai hai que vencer o medo from Igaxes3 on Vimeo.

miércoles, 14 de diciembre de 2011

Entrevista con Beatriz (Adoptados)

Fuente: Vímeo

Beatriz, abogada, mediadora/orientadora familiar y adoptada adulta, concede esta entrevista que nos permite entender un poco más el hecho adoptivo desde la perspectiva del propio adoptado. Toca temas esenciales como el sentimiento de abandono (que ella reformula como "sentimiento de pérdida", ya que no todos los adoptados han sido abandonados), qué contar a los niños adoptados, cuándo, cómo..., como gestionar los hechos vitales del niño adoptado...



martes, 13 de diciembre de 2011

Servicios de postadopción en Extremadura

Una pena que no todas las comunidades autónomas cuenten con este tipo de servicios...

Fuente: 20minutos.es (5 de diciembre de 2011)

Más de 480 personas se benefician en 2011 del Servicio de Postadopción que presta la Junta a través de Cruz Roja El Servicio de Postadopción que presta la Consejería de Salud y Política Social de la Junta de Extremadura, a través de Cruz Roja, beneficia este año 2011 a más de 480 personas, entre las que se encuentran padres, madres y niños y niñas adoptivos.
Este fin de semana se ha celebrado en la ciudad de Cáceres el último de los talleres para familias adoptivas que Cruz Roja organiza a lo largo de todo el año.
En la edición 2011, un total de 486 padres, madres, niños y niñas han participado en estas acciones que se han desarrollado en ciudades como Mérida, Plasencia, Badajoz o Cáceres, según informa Cruz Roja en nota de prensa.
Los talleres, se enmarcan dentro de las acciones que desarrolla el Servicio de Adopción y Postadopción que la Consejería de Sanidad y Política Social de la Junta de Extremadura desarrolla a través de Cruz Roja.
Convivencia e integración
El objetivo de estas acciones es dotar a las familias adoptantes de las herramientas necesarias para mejorar la convivencia familiar y la integración social de los niños adoptados, favoreciendo la relación entre familias, y profundizar en áreas y temáticas claves que tienen que ver con el desarrollo, la evolución y el crecimiento de todo menor adoptado en el seno de sus respectivos núcleos familiares.
"Con estos talleres pretendemos poner a disposición de las familias adoptantes, la formación necesaria para prevenir desajustes en la convivencia, y ayudarlas a afrontar los múltiples y diversos retos que pueden llegar a plantearse en la tarea de crianza y educación de un menor adoptado", según ha indicado el presidente de Cruz Roja en Extremadura, Sebastián Julio Calvarro.
El taller de este fin de semana ha versado sobre discriminación y adopción, y a lo largo de este semestre se han abordado otras temáticas como la autoestima de los menores, el apego familiar, o la escucha empática, todas con una "gran participación".

sábado, 10 de diciembre de 2011

Libro: "Soy adoptado" de David Brozinsky, Marshall Schechter, Robert Marantz Hening

Fuente: Adopteca (2 de diciembre de 2011)

Soy Adoptado: la vivencia de la adopción a lo largo de la vida
David Brozinsky, Marshall Schechter, Robert Marantz Henig


DESCRIPCIÓN ¿Cómo se siente la persona que ha sido adoptada? ¿Lo vive de diferente manera a los cuarenta años que a los trece? Ser adoptado puede afectar a muchos aspectos de la vida, desde las relaciones del adoptado con sus padres adoptivos hasta los lazos con su propia descendencia. Soy adoptado describe a través de la voz de los hijos adoptivos cómo es experimentada la adopción a lo largo de la vida. Estas reflexiones, tan personales y emotivas, vienen acompañadas del lúcido análisis de los autores, que ofrecen empatía y complicidad a los muchos adoptados que alguna vez han cuestionado la validez de sus emociones. Este libro supone así una explicación a todas aquellas dudas, frustraciones y sentimientos de pérdida que todo hijo adoptivo experimenta sin saber por qué. Una nueva edición actualizada y revisada por el autor de este libro que ya es un clásico sobre la adopción. - Un fascinante recorrido por todas las etapas de la vida desde el punto de vista de una persona adoptada. Sólo tengo elogios para el Dr. Brodzinsky y su equipo, que nos han regalado un tesoro con este gran libro. Brenda Padilla. Madre adoptiva, periodista y autora del blog AdopciónPorDentro (adopcionpordentro.blogspot.com) - Este libro esclarecedor puede ayudar - y confortar- a las personas adoptadas y a los padres adoptivos, así como a todos aquellos que pretenden investigar sobre sus orígenes. Publishers Weekly - Un libro de lectura obligatoria, tanto para las personas concernidas por la adopción como para el público en general y los especialistas. Dick Brown, coautor de Clinical Practice in adoption, Vicepresidente del American Adoption Congress. - Soy adoptado proporciona ayuda al hijo adoptado para percibir que tanto su sentimiento de pérdida, como también su rabia, son algo natural, que comparte, además, con otras muchas personas adoptadas.

jueves, 1 de diciembre de 2011

Interesante blog sobre post-adopción

Más de una vez me he sentido un bicho raro, una pelma, una madre sobreprotectora... Siempre justificando a mi hija en el colegio, siempre advirtiendo al profesor de pequeñas cosas que podrían afectarle o desequilibrarle...

Ayer encontré por casualidad el blog "Intimidades de la post-adopción" y me sentí tan acompañada y tan entendida... Fue como un bálsamo para todos estos años de incertidumbres y lucha contra lo que a mí me parecían obviedades y necesidades, y sin embargo, en el colegio se convertían en "tonterías y tiquismicadas de una madre sobreprotectora". 
Os recomiendo a todos su lectura. Es un blog muy bien informado, de una profesional, pero al mismo tiempo está escrito en primera persona, por una madre que no sólo se sabe la teoría, sino que además ha experimentado en carne propia las dificultades de la práctica.


miércoles, 30 de noviembre de 2011

Los problemas de la infancia palidecen cuando llega la adolescencia

Fuente: ABC.es  (29 de noviembre de 2011)

Los menores adoptados por las familias españolas llegan a la adolescencia y se topan con dificultades de escolarización y de búsqueda de la identidad, problemas que no se pueden responder con su "expulsión" o "medicalización" sino con el tratamiento de "su diversidad".
Así lo ha planteado hoy en Valladolid el catedrático de Psicología Evolutiva y de la Educación de la Universidad de Sevilla, Jesús Palacios, en declaraciones a los periodistas poco antes de participar en una jornada organizada por la Consejería de Familia de Castilla y León con motivo del Día Internacional de los Derechos de la Infancia.
Palacios, experto en el ámbito de la adopción, ha recordado que ésta ha cambiado mucho, con un descenso de las adopciones internacionales, y con la llegada de los adoptados a la adolescencia, que trae nuevos problemas y planteamientos, así como de una búsqueda de su identidad y origen.
Los niños adoptados que no tienen problemas para superar la educación primaria se adentran en la secundaria y aparecen las "dificultades de escolares", con "problemas de atención", y la aparición de su propia identidad y con ella de la búsqueda de sus orígenes.
Los menores quieren saber sus orígenes, buscarlos y encontrarlos, planteamientos distintos que requieren respuestas distintas, ha explicado el experto.
"La problemática de la adopción en la infancia palidece al llegar la adolescencia" y necesita "de familias más preparadas y de profesionales" que sepan dar esas nuevas respuestas.
A su juicio, la respuesta a la problemática en las aulas no puede ser la de "sacar o expulsar" a los menores del sistema educativo o "medicalizarlos", no puede ser tratada "como una patología" sino desde "la diversidad".
En la jornada también ha intervenido el catedrático de Psicología de la Sexualidad del Departamento de Psicología Evolutiva de la Universidad de Salamanca, Félix López, quien se ha referido a otro tipo de abusos sexuales que sufren los menores, como ser casados cuando son niños, que se les planche los pechos, o no ser aceptados por su "sexualidad diferente" o "tener una orientación del deseo minoritaria".
Más que abordar el "maltrato", el experto ha apostado por "el buen trato", y ha destacado, al igual que los otros dos intervinientes, el modelo de atención a la infancia de Castilla y León, pionero en muchas de las materias, y que también ha destacado la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Milagros Marcos.
En ese sentido, el catedrático de Psicología Social y director del Grupo de Investigación en Familia e Infancia de la Universidad de Oviedo, Jorge Fernández del Valle, se ha referido al sistema de protección a la infancia en España que funciona desde hace 25 años, con distintos programas en las autonomías.
"Hay bastantes diferencias" entre unas Comunidades y otras, según Fernández del Valle, quien ha puesto como ejemplo el camino emprendido por Castilla y León en acogimientos, adopciones o protección con planteamientos que no se han reflejado en otras autonomías.
El experto ha confiado en que siga adelante la elaboración de una Ley de Protección de la Infancia, sobre la que se trabajó en el Senado en la anterior legislatura -con un anteproyecto por parte del Gobierno socialista en funciones- para que haya "un marco nacional igual para todas las autonomías".EFE

lunes, 28 de noviembre de 2011

Asturadop denuncia retrasos en los seguimientos postadopción en Asturias

Fuente: ElComercio.es (28 de noviembre de 2011)

Son padres y madres tras atravesar un proceso que requiere tesón y mucho coraje. Porque el camino casi nunca es sencillo ni corto. Decenas de familias agrupadas en la Asociación Asturiana de Adoptantes (Asturadop) celebraron ayer el sexto aniversario de la organización con una excursión al Parque de la Prehistoria de Teverga y un taller para sus niños. Pero, sobre todo, con una reclamación dirigida al equipo de la Consejería de Bienestar Social, al que acusan de «no haber hecho nada» en el tiempo que lleva en el Gobierno regional.
El presidente de Asturadop, Joaquín García, se refirió, concretamente, a «los retrasos en los seguimientos post-adoptivos» que se realizan a los pequeños, unos retrasos que se suman a los dilatados plazos a los que se enfrentan durante el propio proceso de adopción.
Según ha podido saber EL COMERCIO, incluso se ha dado el caso de que alguna familia ha tenido que llamar a la consejería para comunicar que «les tocaba realizar el seguimiento post-adoptivo», una demanda de los países de origen de los menores y cuya función es valorar la adaptación de los niños a su familia adoptiva.
Este requisito, de carácter obligatorio, se traduce en informes imprescindibles para los países, de manera que esos retrasos, precisó Joaquín García, «pueden generar problemas a la comunidad autónoma y, en última instancia, a las familias adoptantes». Especialmente, en el caso de los países más estrictos. Ya que, «mientras que algunos como Rusia los establecen durante tres años, en otros como Etiopía se realizan hasta que el menor alcanza la mayoría de edad».
Pero las reclamaciones de la Asociación Asturiana de Adoptantes no terminan ahí, ya que, según su presidente, todavía «están esperando» a que el Principado cumpla el ofrecimiento formulado a principios de octubre, cuando la consejera de Bienestar Social, Paloma Menéndez Prado, anunció que el Gobierno regional pondría en marcha un servicio de apoyo post-adopción para acompañar a las familias y se puso «a disposición» de este colectivo.
Tampoco en este sentido ha habido movimiento alguno, recuerda esta asociación que agrupa a 114 familias de toda Asturias. Así que, conscientes de la importancia de «contar con padres y madres formados», de «que se sientan acompañados», ha tenido que ser la propia organización la que ponga en marcha una serie de cursos lectivos de post-adopción en la que participa una veintenas de familias que se reúnen una vez al mes.
Y mientras que la consejería guarda silencio, Joaquín García no se cansa de reclamar que «las familias tengan más apoyos después realizar una adopción».

domingo, 20 de noviembre de 2011

Estudio sobre el perfil neuropsicológico de los niños adoptados internacionalmente en Cataluña

Referencia:  L. Callejón-Póoa, C. Boixa, A. López-Salaa, R. Coloméa, V. Fumadób y A. Sansa (2011), en Anales de  Pediatria, 7 (23).


La revista Anales de Pediatría publica un interesante artículo sobre las característias neuropsicológicas de los menores adoptados por familias catalanas en China, Rusia, Colombia y Etiopía. El estudio llega a conclusiones que los padres adoptantes ya intuíamos a través de la experiencia.

Introducción

En los últimos años la adopción internacional ha aumentado considerablemente en nuestro país. China, Federación Rusa, Colombia y Etiopía suponen el 77% del total de las adopciones internacionales en España. Los aspectos cognitivos y conductuales son un factor muy importante para la adecuada adaptación social, familiar y escolar de estos niños.

 

Objetivo

Describir los perfiles neuropsicológicos de un grupo de niños adoptados internacionalmente en Cataluña procedentes de China, Rusia, Colombia y Etiopía.

 

Pacientes y métodos

Exploración neuropsicológica de 49 niños procedentes de adopción internacional (6 de origen chino, 24 de origen ruso, 13 de origen colombiano y 6 de origen etíope).

 

Resultados                  

El grupo de origen chino muestra normalidad en todas las funciones evaluadas. El grupo de origen ruso presenta alteración en atención selectiva, fluencia verbal fonética, control de la impulsividad, mecánica y comprensión lectora y ortografía. El grupo de origen colombiano presenta alteración en el control de la impulsividad. El grupo de origen etíope muestra normalidad en todas las funciones evaluadas exceptuando un bajo dominio ortográfico.

 

Conclusión

Los niños adoptados procedentes de Rusia presentan mayores dificultades neuropsicológicas que el resto. La mayoría de antecedentes previos a la adopción se desconocen, por lo que no podemos justificar el origen de estas dificultades. Algunas hipótesis relacionan el consumo materno de alcohol durante la gestación y la estancia en instituciones como posibles factores influyentes. Recomendamos la inclusión de valoraciones neuropsicológicas en los protocolos de salud de estos niños en caso de presentar signos sugestivos de trastorno cognitivo y/o conductual

Guía sobre trastornos de apego en niños adoptados


Fuente: diariovasco.com (17 de noviembre de 2011) 
 
Su experiencia con familias que tienen muchos problemas con su hijo adoptado les ha llevado a escribir el libro '¿Todo niño viene con un pan debajo del brazo? Guía para padres adoptivos con hijos con trastornos de apego' (Ed. Desclée De Brouwer). Los psicólogos José Luis Gonzalo y Óscar Pérez-Muga presentan la obra hoy, a las 19 horas, en la Fnac de Donostia.
Llevan más de una década compartiendo experiencia. José Luis Gonzalo ha dedicado buena parte de su vida profesional al tratamiento de niños víctimas de malos tratos para la Diputación de Gipuzkoa. Óscar Pérez Muga ha sido coordinador de equipos de intervención en desprotección infantil para el organismo foral. Han trabajado juntos en muchos casos y de la desprotección han pasado a la adopción, «donde encontramos muchos paralelismos», dicen.
Objetivo de la obra es explicar por qué surgen los problemas en la adopción y ayudar al mayor número posible de niños y familias. «La guía vale para cualquier padre de un hijo con trastorno de apego pero la hemos focalizado en la adopción por sus características específicas». Los niños adoptados tienen dos familias y, en la mayoría de los casos, «un tiempo indeterminado en el que pudieron darse situaciones de poco cuidado o circunstancias que han marcado el desarrollo del niño».
El apego, el lazo invisible que nos une a las personas que nos quieren, proporciona al niño seguridad. Pero cuando los padres o cuidadores rechazan, maltratan, violentan o abandonan al niño, el apego se vuelve inseguro. Y vendrán los problemas. «El libro está enfocado a las familias adoptivas porque en ellas el riesgo de trastorno de apego es mayor, pero seguramente el mayor número de niños con trastorno de apego venga de familias no adoptivas», dicen. «Hay circunstancias en los primeros años de la vida que pueden afectar. Ejemplos son las separaciones más o menos conflictivas en los primeros años de vida del niño o situaciones de gran estrés familiar por problemas laborales o de otro tipo que lleven a no atender las necesidade del hijo».
No siempre hay dificultades
No todos los niños adoptados sufren un trastorno de apego. «Hay familias que no tienen ninguno de los problemas que describimos en el libro. Pero cuando aparecen dificultades, posiblemente se deban a ello».
No hay pautas generales concretas. «Nuestro desafío ha sido que los padres entiendan por qué sus hijos se comportan de determinado modo, puedan reconocerse en los casos que describimos y, con ello, tengan ideas para la acción».
Cuando hay problemas, ¿los padres entienden lo que pasa? «Durante muchos años los padres adoptivos no han sido conscientes de los retos a los que podían enfrentarse y han actuado pensando en sus propias referencias o familias. La dificultad de entender ha generado más dificultades y un desconcierto en los padres, que no sabían en qué tenían que incidir».
Se trata de distinguir entre la conducta y la persona. «A muchos padres les puede asustar el hecho de que sus hijos entiendan lo que les pasa y lo utilicen como justificación para su conducta. Pero es una explicación para animar a los chavales a superarse y conseguir cosas, sabiendo que se van a tener que esforzar más que los demás».

sábado, 19 de noviembre de 2011

Niños adoptados y la escuela: necesidades

Fuente: laopinionCoruña.es (17 de noviembre de 2011)

Asegura que la escuela también debe adaptarse al aumento de adopciones en España y que prácticas habituales en las aulas y aparentemente inocentes deben desaparecer ya que impiden la plena integración de estos niños. "Cosas tan simples como pedir que traigan una foto de cuando eran bebés hay que sustituirlas por prácticas en las que nadie se quede fuera", señala la investigadora del grupo Adopciones, familias e infancia de la Universidad Autónoma de Barcelona y autora del libro Adopción y escuela, que ayer impartió la charla La escuela como agente facilitador del ajuste social y escolar de los niños adoptados en la Fundación María José Jove de A Coruña.

"Cada vez es más frecuente que los profesores tengan algún niño adoptado en clase y estos estudiantes presentan retos distintos al del resto del alumnado", señala San Román, quien añade: "No es que la adopción implique un mayor riesgo de problemas de aprendizaje o para relacionarse, pero las vivencias que han tenido muchos de estos niños -falta de estimulación, maltrato, ruptura con sus familiares a edades muy tempranas- sí que influyen". "Además, la diversidad obliga a tener cuidado con ciertas tareas habituales en clase: no se puede definir la familia por sus componentes sino por su función; si hay niños de otras etnias el decir que una pintura es de color carne solo transmite mensajes complicados a los pequeños, a la hora de hacer el árbol genealógico no puede obligárseles a cubrir todos los parentescos, etc. Y todo esto no solo por los pequeños adoptados sino por todos aquellos que no obedecen al perfil que se solicita", indica esta experta en adopciones.

Pero los profesores también deben estar preparados para cuando los niños, especialmente en Educación Infantil o los primeros años de Primaria, pregunten por qué su compañero es adoptado. "Y no lo preguntarán así sino que dirán, por ejemplo, ¿por qué la madre de Sofía no la quería?", indica San Román. La clave esta en adaptar la explicación a la edad de los alumnos y evitar hacer comentarios sobre el compañero ya que "siempre hay que respetar su intimidad".

Una pregunta que, en casa, hay que evitar que llegue a realizarse. "No podemos esperar a que el niño pregunte para contarle que es adoptado, ni decírselo significa sentarlo un día y ponerse a contarle todo. Desde el primer día, como hacemos con otros temas, hay que explicar algunas cosas", señala. Lo contrario sería "peligroso" ya que "habría que mentir a menudo".

Tener paciencia durante la adaptación del pequeño a su nueva vida es otra de las reglas de oro para los padres. "Hay que pensar que ellos tienen que aprender a ser hijos y adaptarse a cambios en la comida, el clima, la familia...", indica San Román, quien asegura que durante los dos primeros años "hay que dejar las exigencias académicas, para centrarse en que el pequeño se estabilice emocionalmente". Para ello, demanda una ampliación del permiso de paternidad.
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