Fuente: El Periódico de Aragón (2 de marzo de 2011)
El escándalo de los niños robados crece por momentos. La denuncia presentada ante la Fiscalía General del Estado el pasado 27 de enero por la Asociación Nacional de Afectados por Adopciones Irregulares (Anadir) por presuntos robos de niños a sus madres biológicas entre los años 50 y 80 ha provocado la llegada de una avalancha de nuevos casos a la asociación. Si hace un mes se podían contar 261, hoy son ya cerca de 750.
«Se están confirmando nuestros temores de que se trata de algo brutal», decía ayer Enrique Vila, abogado de la asociación. Estima que, en total, puede haber unos 300.000 casos de niños robados en España, y constata que la denuncia ha despertado el efecto llamada. «Los testimonios de los padres adoptivos nos están confirmando que era una práctica extendida y habitual», explicó. Los 482 nuevos casos recogidos por la asociación se sumarán a la denuncia colectiva mediante un documento de adhesión. Después de que la Fiscalía General del Estado remitiera las denuncias presentadas en enero a las distintas fiscalías provinciales, los afectados están satisfechos de que el proceso haya empezado a andar en varias de ellas.
Barroso reivindicó el primer éxito de su asociación: el reencuentro, hace dos semanas, de una madre y una hija de Barcelona separadas hace 40 años. A la madre le dijeron que su hija había muerto en el parto y le entregaron incluso un parte de defunción. La niña figuraba como legalmente adoptada «de madre desconocida ». Tras buscarse durante varios meses, finalmente dieron la una con la otra. No habría sido posible sin el banco de ADN creado por Anadir.
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