Fuente: Eight Falacies of Adoption by Anna D. Slagle
Octava falacia: El adoptado está obligado a respetar el contrato de adopción y a no intentar acceder a los documentos de su adopción. Sólo tiene derecho a la información que los demás estén dispuestos a ofrecerle.
¿Obligado por quién o por qué? ¿Por qué iba a estar obligado el adoptado a respetar un contrato de adopción que él no vió, ni leyó, ni firmó? De la misma manera que un esclavo estaba obligado a vigilar las propiedades de su amo, a los adoptados se les pide que mantengan promesas hechas por otros en su nombre. En la mayoría de los Estado (USA), un adoptado no tiene ni el derecho de ver los documentos de su adopción. Su adopción: el hecho que más profundamente ha afectado a su vida.
Cuando la mayoría de los padres biológicos esperan ver cómo sus hijos se convierten en adultos independientes, capaces de tomar sus propias decisiones y de dirigir sus propias vidas, algunos padres adoptivos parecen esperar que el control que ejercen sobre sus hijos se pueda extender durante el resto de sus vidas. No importa la edad que tenga su hijo adoptivo, nunca será lo suficientemente adulto para decidir por sí mismo lo que quiere saber sobre su historia o para contarle toda la verdad. Como un adoptado dijo una vez, "Yo respetaré los contratos que yo mismo haya leído, comprendido y firmado. Pero yo nunca me comprometí, ni me comprometeré a perder mis derechos a través de un contrato de adopción firmado por otros en mi nombre hace ya muchos años."
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