Fuente: Eight Falacies of Adoption by Anna D. Slagle
Segunda falacia: los hijos adoptados satisfechos y felices con su vida no sentirán necesidad de buscar sus orígenes, sólo los que no se haya adaptado y sean infelices sentirán esa necesidad.
Parece ser que lo cierto es justo lo contrario. El Dr. William Reynolds descubrió que no existe ninguna correlación entre el grado de satisfacción del adoptado con su vida y su necesidad de conocer sus orígenes. La búsqueda de sus orígenes sólo indica un fuerte deseo de conocimiento por parte del adoptado- en ningún caso es indicativo de un rechazo a su familia adoptiva. De hecho, el hijo adoptado que se siente seguro y querido en su familia adoptiva puede emprender la búsqueda de su pasado sabiendo que no perderá nada en el proceso y que, en todo caso, ganará mucho. El adoptado que no se siente seguro y querido por su familia adoptiva, por el contrario, puede no atreverse a buscar por miedo a perder su precaria relación con la familia adoptiva. Además, dado que todos los adoptados sienten curiosidad de vez en cuando y en distintos grados de intensidad, aceptar esta falacia supone aceptar la idea de que todos los adoptados son infelices o que todos se sienten insatisfechos con sus familias adoptivas, lo cual no es sino un claro insulto a todas las familias adoptivas y a todos los hijos adoptados.
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