Un conmovedor drama sentimental en el que Sean Penn da vida a Sam, un deficiente mental que deberá luchar en los tribunales para conservar la custodia de su pequeña hija, ya que el Estado considera que no está capacitado para hacerse cargo de su educación. Una prestigiosa abogada interpretada por Michelle Pfeiffer será la encargada de su defensa, cuyo desinterés y frialdad inicial cambiarán tras descubrir el amor que siente Sam por su hija.
La película es imprescindible para las familias de acogida. Describe el crecimiento de la madre de acogida (Laura Dern), a medida que comprende el vínculo que existe entre Sam y su hija Lucy. La madre de acogida se da cuenta de que a Lucy no le importa que su padre no comprenda conceptos sencillos o que su familia de acogida pueda ofrecerle una vida mejor o más cosas materiales. El vínculo entre Sam y Lucy está por encima de la discapacidad del padre biológico.
La película es un buen ejemplo de cómo las familias biológicas y de acogida deben trabajar juntas por el bien del niño.
La película es un buen ejemplo de cómo las familias biológicas y de acogida deben trabajar juntas por el bien del niño.
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