SAO PAULO, 18 (ANSA) - La futura ministra de Derechos Humanos de Brasil, María do Rosario, anunció hoy que dará un vigor especial a la adopción de niños por parte de parejas homosexuales y al combate a la homofobia.
"Cuando se trata de que las familias homoafectivas adopten, trabajamos con algo importante para los niños huérfanos. Brasil debe asegurar el derecho a la familia de esos niños. La orientación sexual no determina ser buen padre o madre. Superar el prejuicio es i
"Cuando se trata de que las familias homoafectivas adopten, trabajamos con algo importante para los niños huérfanos. Brasil debe asegurar el derecho a la familia de esos niños. La orientación sexual no determina ser buen padre o madre. Superar el prejuicio es i
mportantísimo", dijo.
María do Rosario, del Partido de los Trabajadores (PT), será puesta en funciones el 1 de enero próximo, luego de la asunción de la presidenta Dilma Rousseff.
La futura ministra de Derechos Humanos dijo que intensificará el trabajo para combatir la homofobia, luego del caso de gays agredidos por su orientación sexual en la zona céntrica de Sao Paulo. "Estamos frente a delitos motivados por el odio a la condición humana de los homosexuales. Trabajaremos contra esa violencia con mecanismos concretos de responsabilidades", dijo.
El Congreso brasileño debe tratar una ley que penaliza la homofobia, resistida por sectores evangélicos que en la elección de octubre vencida por Rousseff respaldaron al candidato opositor, José Serra.
María do Rosario, del Partido de los Trabajadores (PT), será puesta en funciones el 1 de enero próximo, luego de la asunción de la presidenta Dilma Rousseff.
La futura ministra de Derechos Humanos dijo que intensificará el trabajo para combatir la homofobia, luego del caso de gays agredidos por su orientación sexual en la zona céntrica de Sao Paulo. "Estamos frente a delitos motivados por el odio a la condición humana de los homosexuales. Trabajaremos contra esa violencia con mecanismos concretos de responsabilidades", dijo.
El Congreso brasileño debe tratar una ley que penaliza la homofobia, resistida por sectores evangélicos que en la elección de octubre vencida por Rousseff respaldaron al candidato opositor, José Serra.
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