Artículo publicado en El Mundo, el 9 de diciembre del 2010
El próximo lunes, 13 de diciembre, se celebra en un Juzgado de Familia de Palma un juicio extraño: una familia canguro denuncia al IMAS por, supuestamente, perjudicar los intereses de dos niños pequeños, retirándolos de su hogar de acogida e internándolos en un centro. La causa, según los técnicos del IMAS fue "haberlos querido demasiado"
El Servicio de Menores del IMAS (del Consell de Mallorca) achacó a esta familia canguro (de acogida hasta por dos años) no colaborar con ellos, al haber intentado iniciar el proceso de adopción de los dos menores acogidos. Los acogedores niegan las acusaciones y acusan ellos al IMAS.
El proceso comenzó cuando el 19 de junio de 2009 una familia de Palma acogió a dos niños gemelos, nacidos prematuros y que se encontraban bajo la tutela del Institut Mallorquí d’Afers Socials (IMAS), con nulas perspectivas de retorno a la familia biológica.
Las familias de acogida proporcionan calor de hogar en tanto se resuelve su situación: la adopción o el regreso a la familia biológica
El Servicio de Familia y Menores del IMAS tutela niños que por problemas sociales dejan de estar bajo la potestad de sus padres naturales. Las familias de acogida proporcionan calor de hogar en tanto se resuelve su situación: la adopción o el regreso a la familia biológica.
Esta familia de acogida, que en junio de 2009 se hizo cargo temporalmente de los dos bebés, había sido notificada de que sería por un periodo de pocos meses. En septiembre de ese mismo año, ante la falta de noticias, preguntaron en el IMAS cuáles eran las perspectivas.
Una relación 'filial' tras un año de acogida
En vista de que el IMAS dijo que "va para largo" y de que la familia se había enterado de que había casos de acogida que se prolongan años, decidió, "por el bien de los niños", adoptarlos para evitarles el trauma de separarse cuando la vinculación fuera ya análoga a la filial.
El 19 de enero de 2010 la familia acogedora inició los trámites de obtención de la idoneidad para la adopción. Dos meses después, el 16 de marzo de 2010, el IMAS inició el desarrollo del perfil de los niños para asignarles los padres adoptantes idóneos. Es decir, a otros padres.
El 31 de marzo, a los 15 días, la familia de acogida depositó el ofrecimiento de adopción ante la administración. El 19 de abril el IMAS se la denegó verbalmente, limitando así las posibilidades de impugnación, al no haber un documento escrito contra el que poder recurrir.
Entra tanto, los niños siguieron con la familia de acogida. El 17 de mayo el IMAS seleccionó unos padres adoptantes. Tres días después, la familia de acogida impugnó la denegación de adopción y pidió la paralización cautelar del proceso de adopción iniciado por el Servicio de Menores.
Las normativas desaconsejan que los niños de 0 a 3 años estén en centros de acogida, máxime si tienen ya un hogar
Entonces el IMAS decidió que los niños debían dejar de estar con la familia de acogida y prefirió retirárselos e ingresarlos en un centro, en Es Puig des Bous, cuando las normativas vigentes desaconsejan que los niños de 0 a 3 años estén en ese tipo de instituciones, máxime si tienen ya un hogar de acogida.
La familia canguro propuso entonces esperar al pronunciamiento del juez antes de internar a los niños. El IMAS lo rechazó y llegó a amenazar a los acogedores con demandas penales por incumplimiento del deber de custodia y por desobediencia a la autoridad (es decir, al IMAS).
El 1 de junio de 2010 los dos niños, de 12 meses de edad, pasaron del hogar de acogida a un centro, circunstancia coetánea, si no consecuencia directa, a que la familia de acogida hubiera solicitado la adopción por considerar que era lo mejor para los dos niños.
A los padres de acogida se les permitió visitar a los niños, aunque los días de visita se fueron rebajando. Ahora los acogedores han interpuesto una demanda judicial que se verá el próximo lunes, en reclamación de lo que consideran derechos vulnerados de los niños.
Lo cierto es que hoy dos bebés de 17 meses permanecen internados en un centro de menores, en Es Puig des Bous, por una discrepancia surgida entre la familia que los había acogido tras su nacimiento y el IMAS, institución que ostenta la tutela de los menores.
La familia canguro, tras tener a los niños acogidos durante un año sin ningún contacto con su familia biológica, se ofreció a adoptarlos por la fuerte vinculación que habían alcanzado y el IMAS se negó por "no estar previsto", aunque la ley sí lo contempla si es del interés de los menores.
Los niños ingresaron en el centro por orden administrativa del IMAS "sin que hubiese un motivo de descuido o desprotección", aseguran los acogedores de esta familia canguro. Fue entonces cuando los técnicos del IMAS les acusaron de "haberlos querido demasiado".
La madre de acogida asegura que no entiende cómo la entidad responsable del bienestar de los niños, en alusión al Servicio de Menores del IMAS, "puede tener poder para hacer tanto daño a un niño sin que nadie controle ni cuestione sus actuaciones".
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