Charla ofrecida por Cari Mackay, de origen guineano y adoptada en su infancia por una familia catalana, trabajadora social y miembro de la asociación Gerard. La charla, organizada por AFAC el 21/09/2009 trata diversos aspectos sobre la adopción internacional de niños de distintas etnias y el racismo con el que se pueden encontrar.
Merece la pena escuchar la charla con atención, pues el testimonio de Cari abre los ojos sobre el futuro de nuestros hijos de color o de otras etnias. Para mí, es reveladora la mención al hecho de que ahora, nuestros hijos caminan por la calle de nuestra mano y por lo tanto son percibidos por la sociedad como hijos adoptivos, pero en el futuro, cuando sean adultos, caminarán solos por la calle, sin la compañía de un padre o madre blancos que los definan como hijos adoptados. Serán entonces, para la sociedad, simplemente personas de color y sufrirán irremediablemente la misma discriminación que ahora sufren emigrantes de otras culturas. Esto nos debe hacer reflexionar sobre la sociedad que queremos para nuestros hijos. Y sobre todo sobre sus necesidades como personas de color, un hecho que muchas familias adoptivas ignoran o soslayan, lo cual es, como explica Cari, un gran error.
La falta de "role models" (modelos sociales) de color o de otras etnias es otro de los temas de los que se habla en la charla. Cuando nuestros hijos miren a la sociedad en busca de modelos a seguir verán que los puestos de responsabilidad y profesiones liberales son mayoritariamente (casi al 100%) ocupadas por gente de raza blanca. El mensaje indirecto que reciben nuestros hijos es que no hay sitio para la gente de color (ergo, para ellos) en los puestos sociales más respetados. Si que verán gente de color en los puestos de trabajo menos cualificados. Esta falta de modelos sociales es también preocupante. Por ello me alegré tanto hace unos días, cuando en el hospital de mi comunidad autónoma vi por los pasillos 1 doctora y 2 mir de color (de República Dominicana y Cuba respectivamente). Mi hijo también los vio y le llamó la atención tanto como a mí, lo cual demuestra que él mismo ya había echado en falta esa presencia de gente de su color en puestos "importantes" o reconocidos socialmente.
Estos y otros asuntos se discuten en la charla de Cari Mackay, a quién estoy, como madre adoptiva de un hijo de color, enormente agradecida por abrirme los ojos a mí y dar voz a mi hijo.
Merece la pena escuchar la charla con atención, pues el testimonio de Cari abre los ojos sobre el futuro de nuestros hijos de color o de otras etnias. Para mí, es reveladora la mención al hecho de que ahora, nuestros hijos caminan por la calle de nuestra mano y por lo tanto son percibidos por la sociedad como hijos adoptivos, pero en el futuro, cuando sean adultos, caminarán solos por la calle, sin la compañía de un padre o madre blancos que los definan como hijos adoptados. Serán entonces, para la sociedad, simplemente personas de color y sufrirán irremediablemente la misma discriminación que ahora sufren emigrantes de otras culturas. Esto nos debe hacer reflexionar sobre la sociedad que queremos para nuestros hijos. Y sobre todo sobre sus necesidades como personas de color, un hecho que muchas familias adoptivas ignoran o soslayan, lo cual es, como explica Cari, un gran error.
La falta de "role models" (modelos sociales) de color o de otras etnias es otro de los temas de los que se habla en la charla. Cuando nuestros hijos miren a la sociedad en busca de modelos a seguir verán que los puestos de responsabilidad y profesiones liberales son mayoritariamente (casi al 100%) ocupadas por gente de raza blanca. El mensaje indirecto que reciben nuestros hijos es que no hay sitio para la gente de color (ergo, para ellos) en los puestos sociales más respetados. Si que verán gente de color en los puestos de trabajo menos cualificados. Esta falta de modelos sociales es también preocupante. Por ello me alegré tanto hace unos días, cuando en el hospital de mi comunidad autónoma vi por los pasillos 1 doctora y 2 mir de color (de República Dominicana y Cuba respectivamente). Mi hijo también los vio y le llamó la atención tanto como a mí, lo cual demuestra que él mismo ya había echado en falta esa presencia de gente de su color en puestos "importantes" o reconocidos socialmente.
Estos y otros asuntos se discuten en la charla de Cari Mackay, a quién estoy, como madre adoptiva de un hijo de color, enormente agradecida por abrirme los ojos a mí y dar voz a mi hijo.
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