La Guardia Civil detuvo a seis personas involucradas en un caso de adopciones ilegales en Tenerife. Una familia acomodada del Norte de la isla estaba dispuesta a comprar un bebé recién nacido, cuya madre es una mujer adicta a las drogas y prostituta. La compensación económica que se ofrecía a las gestantes estaba en torno a los 10.000 euros. El servicio fue desarrollado por agentes del Equipo de Delitos contra el Patrimonio de la Unidad Orgánica de la Policía Judicial de la Comandancia de Santa Cruz de Tenerife. Las personas arrestadas son un hombre de 43 años, así como mujeres de 49, 46, 45, 44 y 43 años, como supuestas autoras de delitos contra las relaciones familiares y por alteración de la paternidad de menores. De esa manera se frustró la venta de un recién nacido, que ya había sido concertada durante el periodo de gestación entre la madre y la familia interesada en filiar al bebé no deseado. Según pudo saber EL DÍA, los profesionales de la Guardia Civil estaban investigando un caso de delito contra el patrimonio. Pero, durante una conversación telefónica, escucharon un testimonio que les llamó la atención.
La intermediaria en el proceso hizo referencia a la transacción económica del pequeño a cambio de una determinada cantidad de dinero. Los funcionarios del Instituto Armado determinaron la existencia de una persona que se encargaba de averiguar entre indigentes o mujeres con escasos recursos económicos que estuvieran embarazadas cuál de ellas no quería hacerse cargo del futuro bebé. A cambio, les ofrecía la posibilidad de recibir una compensación económica que recababa de las familias interesadas en adoptar hijos. La intermediaria contactaba con matrimonios que no pudieran tener hijos y que tuvieran suficiente dinero para pagar la compra del bebé. Los guardias civiles detectaron que, en al menos dos ocasiones, propuso a otras tantas madres la posibilidad de desprenderse de sus hijos, una vez que conocía su extremo estado de necesidad y la falta de recursos para afrontar los cuidados de los menores.
Desde octubre, los investigadores centraron sus esfuerzos en las sucesivas entrevistas de una drogadicta que ejercía la prostitución y se hallaba en avanzado estado de gestación con una familia acomodada de Tenerife, en las que se negoció la entrega del bebé. Los agentes realizaron un control exhaustivo a las visitas recibidas por la mujer cuando se tuvo conocimiento de que iba a dar a luz en el Hospital Universitario de Canarias. Entre otras cosas, los funcionarios detuvieron a un traficante a pequeña escala que fue a venderle a dicho centro sanitario una dosis de heroína cuando faltaba poco para el parto. Cuando recibió el alta hospitalaria, la madre natural y la familia que intentó la adopción irregular del bebé fueron arrestados. Los acusados también identificaron a dos personas que proporcionaban los contactos y principales componentes de la trama descubierta.
Los arrestados fueron puestos a disposición del Juzgado de Instrucción número 4 de La Laguna, según informó ayer la Comandancia en un comunicado. La operación de la Policía Judicial de la Guardia Civil se cerró hace varios días. Supuestamente, todos los implicados en el proceso prestaron declaración ante la juez titular de dicho órgano durante la semana pasada, según pudo saber este periódico.
Las dos madres contactadas por la intermediaria durante las pesquisas de los agentes ya han dado a luz. Respecto a la situación de los recién nacidos, fuentes cercanas a la investigación manifestaron a EL DÍA que ambos han quedado bajo la tutela de un departamento de Servicios Sociales del área metropolitana.
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