La adopción internacional supone un sinfín de pruebas para los padres, pero también para el niño candidato. Los resultados de éstas, al menos en lo tocante a la salud, son cada vez más fiables. Así se desprende de un estudio del Hospital Carlos III de Madrid, que cuenta con una consulta específica de pre y post adopción.
Del análisis de 637 niños se aprecia cómo el76% de los menores presenta malnutrición, severa en un 16% de los casos (mientras que el 20% de los niños españoles es obeso, según el informe de la Sociedad Española de Salud Pública y Administración Sanitaria, conocido ayer). El 4,4% tenía hepatitis B y el 3%, parásitos intestinales.
El hospital cuenta con su protocolo por nacionalidades. "De los países del Este los niños pueden llegar con inicio de raquitismo, por tomar poco sol y poca leche; de África, con principio de anemia, por ingerir poca carne, y de Asia, con parásitos intestinales", enumera la doctora Milagros García-Hortelano, pediatra del Carlos III.
En ocasiones, la adopción es fundamental para el menor, como relata la doctora: "Hace 15 días llegó una lactante etíope con una cardiopatía; fue trasladada a cardiología inmediatamente y gracias a eso se salvó". Otras veces los futuros padres dan marcha atrás en el proceso de adopción al conocer una patología. Pero también hay parejas que tienen ya un hijo con una dolencia y buscan adoptar a otro con una patología similar. "Es lo que se llama adopción especial o pasillo verde en China, que es más rápida", explica García-Hortelano.
Mejoría apreciable
Desde 1997, la pediatra ha apreciado una mejoría notable en el estado de salud. La malnutrición es menos grave, al igual que el retraso psicomotor, si lo hay. En este tiempo la doctora nunca ha visto "ningún niño con una enfermedad infecciosa, como sida, que no apareciera en el informe", remarca. Pero en algunos casos, sobre todo de países del Este, aparecen diagnosticados problemas que no se confirman a la llegada.
La evolución en vacunación también ha sido evidente: "Hoy la práctica totalidad llega bien vacunado, con su cartilla en regla, como manda la Organización Mundial de la Salud". Así, de los niños analizados, el 80% estaba protegido contra la tuberculosis, difteria, tétanos y poliomelitis.
'Estamos dispuestos a repetir'
Amanda Dao Martín llegó en agosto de 2009 desde China a su nuevo hogar, en Madrid. "Estaba muy delgadita, tenía 11 meses y apenas pesaba cinco kilos y medio, no se podía sentar ni agarrar cosas; además, tenía la cabeza plana, porque había pasado 11 meses tumbada", explica su madre, Gemma Corral, de 40 años.
Amanda, procedente del orfanato de Tonggu, fue poco a poco poniéndose en su peso, su estatura, su perímetro craneal.
"Tomaba cuatro biberones de 300 ml. al día", rememora su madre, que matiza que el informe médico estaba completo y "todo era cierto". Desde entonces, los problemas de adaptación apenas han dado para unas ronchas en la cara. "Es normal, pues su piel está acostumbrada a la humedad ambiental ", le explica la doctora García-Hortelano, que le recomienda ir al dermatólogo para descartar hongos.
Por lo demás, Amanda come de todo, ha superado su estreñimiento y sólo se asusta en sitios con mucha gente o mucho ruido. ¿Y Gemma? Tras cuatro años que duró la adopción de Amanda proclama: "Estamos dispuestos a repetir; iremos a por una hermana filipina".
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