"Vamos a impulsar modificaciones legislativas en materia de protección a la infancia. Con ello se buscará promover el acogimiento familiar como medida prioritaria y, en su caso, la adopción, quedando la atención residencial como medida subsidiaria, como último recurso para los casos que lo requieran". Con estas palabras se comprometió el pasado lunes la ministra de Sanidad y Asuntos Sociales, Leire Pajín, a llevar a la práctica el trabajo realizado por la Comisión del Senado para el Estudio de la Adopción Nacional y Temas Afines y que, entre otras cuestiones, solicita la supresión legal del acogimiento residencial para menores de 3 años (y en un plazo no muy largo, a los del tramo 3-6).
El estudio realizado por los senadores durante casi dos años señala que los centros de acogida no son el lugar idóneo para el desarrollo del menor, mientras que vivir con una familia es más ventajoso psicológica y emocionalmente, además de claramente más rentable desde el punto de vista económico. El modelo actual se caracteriza por un uso intensivo del acogimiento residencial (75% de los menores).
Pero, para evitar el ingreso de los menores de 3 años en los centros, es preciso impulsar el acogimiento de urgencia, para poder dar una familia al bebé antes de que entre en un centro de acogida. Además, los senadores creen necesario elaborar una "bolsa de acogedores de todo el Estado para estos acogimientos de urgencia". El Gobierno, por boca de Pajín, se ha comprometido no sólo a impulsar los acogimientos sino también a agilizar los trámites de adopción, introduciendo plazos en la legislación estatal para que las familias biológicas puedan recurrir ante el juez las decisiones que afecten a sus hijos.
La senadora de CiU, Rosa Núria Aleixandre, y una de las impulsoras de la citada comisión, mostró su satisfacción por el compromiso del Gobierno de llevar a la práctica las recomendaciones de los senadores. "Esperamos que este compromiso no se demore. Por delante está el mes de febrero para estudiar los cambios legislativos precisos y que ya indicamos en nuestro trabajo, como es la ley del Menor, el Código Civil y la ley de Enjuiciamiento Civil", indicó Aleixandre. La senadora volvió a defender estas modificaciones legislativas para reducir el elevado número de internados en centros de acogida. "Es preciso establecer un sistema que defienda por encima de todo, incluso del derecho de los progenitores, el interés del menor. Hay un excesivo biologismo", indicó Aleixandre.
El estudio realizado por los senadores durante casi dos años señala que los centros de acogida no son el lugar idóneo para el desarrollo del menor, mientras que vivir con una familia es más ventajoso psicológica y emocionalmente, además de claramente más rentable desde el punto de vista económico. El modelo actual se caracteriza por un uso intensivo del acogimiento residencial (75% de los menores).
Pero, para evitar el ingreso de los menores de 3 años en los centros, es preciso impulsar el acogimiento de urgencia, para poder dar una familia al bebé antes de que entre en un centro de acogida. Además, los senadores creen necesario elaborar una "bolsa de acogedores de todo el Estado para estos acogimientos de urgencia". El Gobierno, por boca de Pajín, se ha comprometido no sólo a impulsar los acogimientos sino también a agilizar los trámites de adopción, introduciendo plazos en la legislación estatal para que las familias biológicas puedan recurrir ante el juez las decisiones que afecten a sus hijos.
La senadora de CiU, Rosa Núria Aleixandre, y una de las impulsoras de la citada comisión, mostró su satisfacción por el compromiso del Gobierno de llevar a la práctica las recomendaciones de los senadores. "Esperamos que este compromiso no se demore. Por delante está el mes de febrero para estudiar los cambios legislativos precisos y que ya indicamos en nuestro trabajo, como es la ley del Menor, el Código Civil y la ley de Enjuiciamiento Civil", indicó Aleixandre. La senadora volvió a defender estas modificaciones legislativas para reducir el elevado número de internados en centros de acogida. "Es preciso establecer un sistema que defienda por encima de todo, incluso del derecho de los progenitores, el interés del menor. Hay un excesivo biologismo", indicó Aleixandre.
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